MORELIA, Mich., 15 de septiembre del 2016. – Se han comenzado a inundar de morelianos y turistas el centro de la capital michoacana.
Las calles de la ciudad que arrulló al Siervo de la Nación se han vestido de gala para celebrar un aniversario más de la arenga del cura de Dolores que daría inicio a la lucha de emancipación del dominio gachupín.
El interior de los comercios establecidos en dirección a la fuente de las Tarascas, lucen francamente solos. La vida hoy esta puertas afuera, en las calles con los comerciantes ambulantes.
Los que venden banderas y reguiletes de los colores patrios, sombreros, bigotes y hasta pestañas.
Los niños y jóvenes lucen vistosas pelucas y pestañas, hay adelitas, chinas poblanas y uno que otro villista.
En la verbena popular el aire esta inundado del olor a pozole, gorditas y a dulces y salados olores.
A la gente parece no importarle los dos helicópteros que surcan el cielo moreliano con insignias de las fuerzas federales y estatales.
Tampoco cruzar una y otra vez largas filas para ingresar a la plaza Melchor Ocampo y de Armas.
Para llegar hay que atravesar un segundo arco de seguridad y otra revisión express de bolsa, con bastón detector de metales y auscultación manual a los hombres en cinturón.