MORELIA, Mich., 3 de mayo de 2018.- Entre 2015 y lo que va de 2018 las cifras de delitos cometidos en Morelia ha decrecido, pese a que las estadísticas de criminalidad ofíciales refieren un aumento en el periodo citado en las denuncias interpuestas, afirmo Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal de la capital michoacana.

 

Tras la instalación de la oficina de la Fundación Renace en el Centro de Atención a Víctimas localizado en el Centro Histórico de Morelia, Martínez Alcázar expuso que es necesario verificar “de qué hablan los datos que presentan las estadísticas”.

 

Así, manifestó que los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) muestran una variación al alza en la cantidad de denuncias interpuestas, lo que el munícipe interpretó no como un repunte de la criminalidad, sino como una mejora en la confianza de la población.

 

Señaló que las encuestas de victimización evidencian que los morelianos sufren menos delitos que en 2015 y años anteriores, además que se ha logrado abatir la cifra negra o la cantidad de ilícitos cometidos y no denunciados.

 

Esto, aseguró, se traduce en un alza de los indicadores del SNSP proporcional a la disminución de la cifra negra estimada para el municipio.

 

Reiteró que “podemos fingir que no pasa nada y no permitir que suban las cifras de denuncias, pero eso sólo enmascara la realidad y no nos ayuda a brindar seguridad a los ciudadanos”.

 

Expresó que en el país en los últimos tres años los indicadores de inseguridad se han mantenido en aumento, mientras que en Morelia el comportamiento es a la baja.

 

Respecto de la operación de Renace, Martínez Alcázar recordó que la colaboración de la fundación y el municipio para incentivar la prevención de la violencia inicio en 2017 y pretende además que “poco a poco sane la sociedad”.

 

Entre las acciones a desarrollar destacó el Proyecto Integral en Materia de Prevención de la Violencia y la Delincuencia con la Participación Ciudadana.

 

Este modelo busca fortalecer el sistema de justicia cívica donde la reparación del daño se efectúa mediante trabajo comunitario.

 

Así, las instituciones de seguridad pública van de la mano con las organizaciones civiles para formular propuestas innovadoras que faciliten la penalización de los infractores sin requerir encarcelamiento.

 

En esta estrategia es fundamental que las policías sean no sólo elementos reactivos ante la comisión de crímenes, sino agentes de prevención de la violencia que puedan disponer de la confianza de los ciudadanos.