MORELIA, Mich., 23 de abril de 2018.-  La instalación de asentamientos regulares fuera de la mancha urbana de Morelia merma la capacidad del gobierno local para brindar los servicios básicos a la población, aseveró José Antonio Plaza Urbina, secretario de Efectividad e Innovación Gubernamental.

Detalló que en los últimos 30 años la población de Morelia se elevó en un 100 por ciento; sin embargo, la extensión de la mancha urbana se incrementó en ese lapso en un 350 por ciento, sobre todo en las zonas poniente y sur.

En particular, Plaza Urbina mencionó que los nuevos desarrollos habitacionales en el poniente de la capital del estado establecidos en la década previa fueron los que en mayor medida contribuyeron a dispersar la mancha urbana.

De acuerdo con el secretario de Efectividad e Innovación Gubernamental, una ciudad que crece en su superficie de cobertura conlleva diversos problemas, entre los que se encuentra la menor capacidad del municipio de satisfacer los requerimientos básicos de la población.

Reiteró que el alargamiento de la mancha urbana causa una pérdida de la capacidad del gobierno para brindar a la población servicios básicos, ya que las ciudades perciben ingresos por habitante, pero gastan por metro cuadrado.

Así, cuando los fraccionadores regulares eligen por la plusvalía terrenos alejados del núcleo de la ciudad para construir vivienda, pueden comprar los predios baratos y vender a precios competitivos, porque es el municipio el que absorbe los costos de llevar agua potable, drenaje, alcantarillado, vialidades, infraestructura educativa, de salud y vialidades a estas poblaciones.

“Los fraccionadores ganan por la plusvalía derivada de comprar barato y lejos; los compradores obtienen viviendas a precios accesibles, pero los costos de los servicios son absorbidos por el ayuntamiento, porque no es que cueste más barato, es que el precio de los servicios públicos no se refleja en el costo de la vivienda”, explicó José Antonio Plaza.

Refirió que fraccionamientos al poniente de Morelia, como Villas del Pedregal, La Hacienda y La Maestranza, así como la zona limítrofe con el municipio de Tarímbaro, son puntos críticos de poblaciones que demandan servicios básicos que es complicado allegarles.

Actualmente, está en proyecto un nuevo proyecto en la zona de La Aldea que, por su ubicación y alcance de residentes estimado, de no ser planificado con cuidado “puede ser el siguiente gran problema de ciudad”.

Insistió en que “la mejor ciudad es la ciudad compacta, porque cuesta menos ofrecer los servicios básicos y sus habitantes se desplazan mejor. El modelo más moderno de ciudad indica que para garantizar una alta calidad de vida el residente de la ciudad debe tener todos los servicios básicos a una distancia equivalente a 20 minutos caminando; por ello, se equivocan quienes piensan que poner un fraccionamiento en medio del cerro y con sólo una vía rápida como acceso es desarrollo”.