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MORELIA, Mich., 30 de julio de 2016.- Poco más del 25 por ciento del personal operativo en la Dirección de Inspección y Vigilancia ha sido depurado para garantizar una actividad satisfactoria de la dependencia, así como la solidez de las sanciones impuestas a establecimientos mercantiles infractores, expresó Jesús Ávalos Plata, secretario del Ayuntamiento de Morelia.
Tras destacar que una proporción de los inspectores de la instancia cuenta con contratos trimestrales, Ávalos Plata señaló que de manera períodica se evalúa el desempeño de los trabajadores y se les somete a capacitación constante.
Si bien suman entre seis mil y siete mil los negocios, de un universo que oscila de 35 mil a 40 mil aperturados en la capital del estado, los que requieren por la naturaleza de su giro una mayor supervisión, el total de inspectores previo a la depuración era de 75 a 80 personas, en tanto que luego del procedimiento se redujo a entre 56 y 60 trabajadores.
Este indicador muestra que cada inspector debe verificar el comportamiento de hasta 715 establecimientos mercantiles, de partir del total en la ciudad, o 125, si sólo se toman en cuenta los que generan mayor necesidad de supervisión.
“Tenemos debilidad por el número de elementos disponibles para 35 mil a 40 mil establecimientos, si bien son de seis mil a siete mil los que debemos supervisar con mayor cuidado”, reiteró el funcionario.
Reconoció que además del número de inspectores, el municipio enfrenta riesgos en la continuidad de multas y sanciones por causa de la capacitación de su personal en campo, ya que ha sido “una constante” que los acreedores a una infracción se amparen o impugnen por el hecho de que las actas de la acción de la autoridad que derivaron en una penalización no fueron llenadas de forma correcta.
Agregó que ha sido difícil implementar filtros de verificación en el desempeño de los inspectores, quienes se encuentran en campo y trabajan directamente con propietarios y encargados de las empresas que revisan, por lo que la capacitación continua es fundamental para que “apliquen el reglamento de forma correcta”.
Vigilancia a establecimientos, en aumento
Luego de la detección de dos cyber cafés que ofrecían en la clandestinidad servicios sexuales, Jesús Ávalos señaló que no se descarta que estas situaciones se repliquen en otros giros autorizados, por lo que la vigilancia desde el ayuntamiento abarcará la totalidad de los rubros comerciales.
Detalló que se concentrarán los esfuerzos en verificar que el giro aprobado en la licencia municipal de funcionamiento corresponda con el que el negocio explota.
Asimismo, especificó que las denuncias ciudadanas incentivan la investigación de éstas y otras irregularidades, por lo que invitó a la población a reportar ante la administración local las violaciones a la norma que pudiese observar.
Respecto a los sitios ya sancionados, explicó que las clausuras con temporales, por entre tres y doce días, o económicas; en el caso de los espacios donde se detectó la explotación de una actividad distinta a la autorizada, se pedirá el plazo máximo de suspensión de actividades, a fin de que se logre la “dignificación de los locales y los propietarios puedan explicar” los hallazgos.