MORELIA, Mich., 15 de septiembre 2018.- En el primer cuadro de la ciudad, justo flanqueando al Palacio de Gobierno, se han colocado dos escenarios sobre la avenida Madero; uno que mira hacia el Poniente y otro que mira hacia el Oriente. Por un lado el Ballet folklórico de la Universidad de San Sebastián de Chile  se presenta y se deja escuchar por todos los rincones del centro.

Por el otro lado permanece vacío el escenario donde, tras la ceremonia del Grito se presentará el cantante Lupillo Rivera y La Sonora Dinamita.

En algún momento entre el tedio de las personas que esperan por el Grito, se transmite la pelea de Saúl Canelo Álvarez contra Gennady Golovkin. Aparece en una enorne pantalla que está detrás del escenarios que mira hacia el Poniente.

Uy está todo madreado, tanto que se preparó”, “se me hace que va a perder”, “que prendan el sonido” es lo que se escucha entre la gente que está ahí, viendo la pelea, escuchando la música y esperando a que aparezcan las autoridades y den el Grito.

La pantalla se apaga de pronto, lo que ocasiona la rechifla de los presentes. La imagen regresa rápidamente pero ya no es la pelea del Canelo, sino un anuncio de vehículos.

Todo esto sucede mientras el balcón principal del Palacio de Gobierno está vacío. Ocasionalmente sale alguien a tomar algunas fotos y la gente le chifla o le aplaude. Para entonces ya pasan de las 10 de la noche con 30 minutos. “Ya casi”, le dice un hombre a su niña que se ve desesperada.

La Banda de Aalientos de la Secretaría de Seguridad Pública abrió su participación en un breve templete situado por fuera de la Catedral Metropolitana, justo frente al balcón principal del Palacio de Gobierno, como evento previo a la Ceremonia del Grito.

“Como que el vestido que trae Verónica no es muy acorde”, dice una mujer en franca crítica cuando aparecen en la imagen de una pantalla gigante los presentadores y periodistas Ignacio Martínez y Verónica García.

A las 11 de la noche comienza la ceremonia, se presenta la escolta del Ejército Mexicano, de la 21 Zona Militar, para entregarle la bandera al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien se dirige al palco principal yfrente a los miles de ciudadanos realiza el tradicional Grito resonando la campana, para después ondear la bandera desde su sitio.

Una vez concluida la ceremonia, inicia la iluminación escénica de la Catedral, que tras minutos de pirotecnia queda completamente iluminada y con ello se da  paso al concierto, primero de la Sonora Dinamita y después de Lupillo Rivera. Ya para entonces parece un caos de gente.