Viola Morelia suspensión provisional de obra Ramal Camelinas

MORELIA, Mich., 24 de julio de 2013.- El presidente municipal de Morelia, Wilfrido Lázaro Medina, ha sido excluyente a las ideas del Movimiento Ciudadano en Defensa de la Loma (MCDL) al ignorar muchas de las causas por las que el proyecto “Segunda Etapa del Libramiento Sur, tramo Ramal Camelinas”  no debe desembocar en la colonia Ocolusen (calle Baltazar Echave), indició Moctezuma Madrigal.

El vocero del MCDL señaló que “nos parece que Wilfrido Lázaro Medina no está gobernando para los morelianos y no está tomando la opinión de la ciudadanía, por lo que seguiremos emplazándolo para que se reúna con nosotros, a que discutamos de frente sus propuestas, sus ideas y las ideas del movimiento”.

“Él solo se ha reunido con grupos afines a la vialidad y con grupos que se oponen a los ideales y propuestas del MCDL; no tiene el mínimo interés de escucharnos; nos parece que eso refleja la inseguridad de sus argumentos, por lo que lo volvemos a invitar para que tengamos un diálogo abierto, con medios de comunicación y miembros de la sociedad civil para discutir qué es lo que le conviene a Morelia”, señaló Madrigal.

Agregó que “si ellos insisten en construir una carretera en el único pulmón de la ciudad, van a encontrar oposición y no vemos ninguna intención de modificar el destino que es el Centro Comercial Altozano”, agregó Moctezuma Madrigal.

“Esperamos que con el nuevo nombramiento de Vicente Hernández Chávez como titular de la Secretaría de Desarrollo Municipal (SDUMA), exista un compromiso para atender las demandas de la ciudadanía, en específico las relacionadas con la  inviabilidad de la construcción de la ‘Segunda Etapa del Libramiento Sur, tramo Ramal Camelinas’”, agregó el vocero del MCDL.

Finalmente, Moctezuma Madrigal recordó que entre las violaciones legales que tiene el proyecto “Segunda Etapa del Libramiento Sur, tramo Ramal Camelinas”  se encuentra el hecho de que la obra que se licitó, se asignaron contratos y se pagaron anticipos en violación de una suspensión provisional dictada por un tribunal competente. Asimismo, otra violación es que se licitó y después se inició la obra sin contar con los permisos adecuados o necesarios para una obra de esta magnitud, como es cambio de uso de suelo y de derecho de vía; esos permisos no existían cuando la obra se licitó. “En un Estado de Derecho, eso bastaría para que no existiera el Ramal Camelinas”, concluyó Madrigal.