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MORELIA, Mich., 17 de noviembre de 2015.- Desde hace mucho tiempo, entre la línea del rumor y la verdad, se especuló sobre la existencia de túneles debajo de las principales edificaciones del Centro Histórico de Morelia. El rumor decía que se comunicaban entre ellas por estos pasadizos secretos, llenos de misterio y bruma. Muchos se aventuraron incluso a los relatos fantásticos, donde duendes y terribles monstruos eran los protagonistas.
Abonó a las historias el hecho de que fueron encontradas algunas galerías subterráneas en la década de los setenta, al hacer trabajos de remodelación en el Templo y ex Convento del Carmen, actual Casa de la Cultura. Hoy en día se puede entrar a alguna de estas cámaras, donde yacen los restos de algún monje carmelita o algún benefactor de esta orden.
También en el antiguo ex Convento de San José, que actualmente alberga a la escuela preparatoria número dos Pascual Ortiz Rubio, del la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en alguna de las habitaciones habilitadas como salones de clases fueron encontradas pequeñas entradas a cámaras subterráneas, que autoridades de esa escuela fueron clausurando como si de un mal se tratara.
Pero ¿y la ciencia?
Años atrás, para darle precisión, en el 2007, la asociación Morelia Patrimonio de la Humanidad, que presidía la historiadora Esperanza Ramírez Romero, anunció que se hacían trabajos en la Catedral de Morelia y en algunas partes del Centro Histórico, mediante el uso de proyecciones y gráficas. También la asociación utilizó los servicios de la tecnología al hacer los trabajos de investigación con equipos de georadar, que, a decir de los expertos, no causaría daño alguno a las edificaciones.
En el año 2010, con un equipo sofisticado en tecnología, y de la mano de expertos en geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se anunció la existencia de túneles, pero no se aclaró de qué tipo eran. Porque a decir de los investigadores, podrían ser parte del drenaje antiguo de la ciudad, o bien, pasadizos que utilizaban los religiosos para comunicarse entre conventos.
El tema vuelve a tomar relevancia porque se anuncian modificaciones importantes en el primer cuadro de la ciudad con lo que parece la inminente peatonalización del Centro Histórico de la capital michoacana. En concreto se anuncia una vialidad subterránea sin detallar de qué forma afectará a esa zona de la ciudad. A decir del alcalde moreliano, Alfonso Martínez Alcázar, antes de cualquier acción debería hacerse un estudio más profundo para ya de una vez salir de dudas, porque si se encuentran túneles suceptibles de ser explotados de manera turística, podrían ser una atracción más para los visitantes de Morelia y traer una fuerte derrama económica. Por lo pronto todo sigue en el terreno de la especulación, y empiezan los debates en torno al tema, que dará mucho de sí en próximos meses.