Jesús y San Miguel del Monte, poblados independientes por historia

MORELIA, Mich., 9 de abril de 2016.- Dentro del programa académico del Doctorado Interinstitucional en Derecho de la Facultad de Derecho y Ciencias de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, este sábado en el Aula Mater del Colegio de San Nicolás, como parte del I Seminario Temático, se presentaron dos eventos importantes: el nuevo libro del director de la Coordinación de Posgrado de la Facultad, Héctor Chávez Gutiérrez y una conferencia magistral a cargo del doctor en Antropología Bolfy Cottom.

La obra “El/Los Enigmático(s) Ayuntamiento(s) Pirinda(s) Jesús y San Miguel del Monte (1824-¿1827?)”, hace un recuento histórico desde diversas fuentes de los hechos y legislaciones locales que dieron lugar al nacimiento de ambas tenencias enmarcadas en la zona sur circundante a Morelia, para convertirse junto con Santa María de Guido en una ciudad al sur de la antigua Valladolid, explicó el primer comentarista del libro Héctor Pérez Pintor, Secretario Auxiliar de Rectoría de la UMSNH, quien ubicó al público asistente en el tema que aborda el libro, en el cual queda claro, observó, la identidad de ambas tenencias, con respecto a las diferencias de quienes habitaban en la entonces ciudad de Valladolid.

El tema resulta actual, prosiguió, dentro del fenómeno del crecimiento urbano de Morelia, el cual ha absorbido a ambas tenencias, dependientes en un principio de la tenencia de Santa María de Guido, quedando como colonias y zonas habitacionales de lujo, como morelianos desvinculados de la historia y tradiciones de estas tenencias, cuya sociedad tiene ascendencia pirinda, con usos y costumbres propios, cuyos valores y esencia podrían perderse.

De acuerdo a las investigaciones hechas por el autor, prosiguió el segundo comentarista de la obra, Juan Carlos Cortés Máximo, se intentó demostrar la existencia de un ayuntamiento constitucional en el segundo período de aplicación de la Constitución de Cádiz, que duró de 1820 a 1824, del cual hasta hoy no se ha tenido constancia o evidencia, pero que se piensa pudo instaurarse por parte de Jesús y San Miguel del Monte.

Mediante este ordenamiento, ambos asentamientos, junto con Santa María de Guido, pudieron tener un gobierno independiente en el México Republicano, librándose así de varias cargas económicas y materiales, para dedicarse como comunidad territorial a las actividades agrícolas, producción de pulque y carbón.

De esta forma ambas comunidades podían producir el sustento de sus familias y el pueblo, además de conservar la lengua pirinda (tarasca) como su medio de comunicación cotidiana, observó Cortés Máximo al afirmar que en la actualidad, ambas tenencias han perdido su lengua, han perdido su sustento económico por la producción de maguey y algunos rasgos de su cultura ancestral se han perdido corriéndose el riesgo de que, al adherirse a la actual ciudad de Morelia como colonias, perderían por completo partes y detalles de su historia, e inclusive, su nombre.

Finalmente el autor, agradeció tanto al director de la Facultad, Damián Arévalo Orozco, presente en el evento, así como al ayuntamiento de Morelia, a las tenencias de Jesús y San Miguel del Monte y a la parroquia de Santa María, el préstamo de documentos que permitieron estudiar de forma inédita desde el punto de vista legal e histórico el objeto central del libro respecto de la existencia de una ciudad conformada por estas dos tenencias y Santa María de Guido, independiente de la antigua Valladolid.

La cultura como un derecho humano y la visión de la misma desde las políticas públicas.

Concebir al individuo como un ser cultural, implica que el Derecho en México debiera construirse en torno a la cultura como un eje transversal, afirmó el antropólogo y jurista del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Bolfy Cottom, durante la conferencia magistral presentada en el marco de este I Seminario Temático del Doctorado Interinstitucional en Derecho, basado en conceptos vertidos en su último libro “Legislación Cultural, Temas y Tendencias”.

Al hacer un recuento de la concepción de la cultura por parte de las autoridades públicas y los legisladores, Cottom desarrolló ante los presentes el concepto de lo que el Derecho a la Cultura debe implicar en México, una constitución en el siglo XXI, definió, deberá reconocer la pluralidad y diversidad de los mexicanos y lograr un concepto de “cultura”, ligado al hombre mismo y no tan sólo a las Bellas Artes o a los monumentos históricos y antropológicos.

Es fundamental propiciar la discusión sobre la legislación en materia cultural, observó el antropólogo oaxaqueño, hacen falta otros principios que vinculen al poder del Estado con la sociedad y la cultura, deben darse a los Derechos Culturales en México su categorización y normatividad dentro de los ya reconocidos Derechos Humanos.

Concluyó que en México existe hoy una gran oportunidad para los Derechos Culturales, ahora que el cuerpo legislativo de la capital del país, está por concluir la redacción de lo que será la primera Constitución Política de la Ciudad de México.