Sólo han solicitado 2 espacios para operar como estacionamiento en el FMO
MORELIA, Mich., 26 de enero de 2016. – Son 300 millones de pesos los que malgastaría el municipio sí optara por edificar la llamada “Ciudad Administrativa” de Manantiales.
Así lo aseguró el ex presidente de Morelia Salvador Abud Mirabent, quién además precisó que ese gasto es inútil cuando pueden aprovechar las instalaciones de la vieja central, lo mismo que el estacionamiento de 750 cajones, dinamizar el comercio de la zona y volver a hacer gobierno en esas calles donde proliferan gañanes y prostitutas.
Cabe destacar que sólo el estudio para la construcción del ambicioso proyecto lleva ya gastado 80 mil pesos y aún no se ha concluido, en tanto que la rehabilitación del edificio de la vieja central costaría apenas 110 millones de pesos y no 200 millones como habría declarado Alfonso Martínez Alcázar.
Indicó que el estudio para la Ciudad Administrativa de 80 mil pesos realizado por el Fideicon miso de Inversiones en Proyectos Estratégicos (FIPE) y el Grupo Saag tiene un avance de entre el 80 y 90 por ciento, el cual costaría 110 millones de pesos concretar y no 200 millones como señaló el alcalde Alfonso Martínez Alcázar.
Por su parte el ex edil calcula que de cristalizarse el proyecto se concretaría un ahorro 481 mil 687 pesos mensuales en renta, lo que significaría anualmente 5 millones 780 mil 244 pesos, al mudarse a las instalaciones de Eduardo Ruiz y Valentín Gómez Farías 22 dependencias del ayuntamiento con sus mil 788 empleados.
Aunado a esto se podría ahorrar, según afirma Salvador Abud Mirabent 227 mil pesos en telefonía y hacer redituable la concesión del estacionamiento de las mismas instalaciones que le significa al ayuntamiento una pérdida de 18 millones al año.
No obstante, el imperioso análisis que realiza el ex edil moreliano en pro del proyecto de rehabilitación del edificio, lo cierto es que el proyecto no es nuevo, desde la administración de Fausto Vallejo Figueroa se viene hablando del tema.
En el año de 2008 se hablaba de que sería aprovechado para hacer una plaza comercial y centro gastronómico, sin embargo, a casi ocho años desde entonces y dos administraciones aún el enunciado edificio continúa en el abandono, cuna de ratas y cucarachas, zona de miedo controlada por padrones, lugar destinado a la venta de drogas y otras transacciones delictivas.