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MORELIA, Mich., 28 de octubre de 2015.- A pocos días de iniciar las festividades del Día de Muertos, algunas oficinas e instituciones educativas realizan las tradicionales ofrendas y altares de muerto a la par de concursos de disfraces y catrinas, realizando una mezcla de la celebración mexicana con la de Halloween.
En entrevista el historiador y docente de la Universidad Michoacana, Arturo Tovar Salazar, explicó las diferencias y similitudes que tienen ambas festividades que evocan el homenaje y respeto que tiene el ser humano por la muerte y la creencia de los muertos regresan por unos instantes para convivir con sus seres queridos.
Sobre el Día de Muertos, el historiador comentó que esta celebración data en comunidades que se unieron las tradiciones indígenas con las europeas, donde se tiene la cree que durante los últimos días de octubre y primeros de noviembre al pasar la luna lleva, se le da permiso a las ánimas de visitar a sus seres queridos, mismos que los esperan mediante la instalación de un altar con su comida favorita, flores, pan, agua y las tradicionales calaveras de dulces.
Los elementos que integran un tradicional altar de muertos son en primer lugar un farol en la parte superior para indicar el camino a seguir a los muertos, el papel picado de colores representa la unión de la vida y la muerte, mientras que la comida debe ser la que el difunto degustaba en vida para su deleite, el copal e incienso representan el paso de la vida y la muerte.
Las tradiciones más arraigadas indican que el copal ahuyenta a los malos espíritus, la sal significa un elemento de purificación para que el alma no se corrompa, mientras que la cruz de cal en el piso representa los 4 puntos cardinales, las flores de cempasúchil instaladas representa el quitar obstáculos del camino, el agua sirve para mitigar las almas y las calaveras de dulce o chocolate representan los muertos dentro de una familia.
Por otro lado en el caso del origen de Halloween, esta festividad proviene del norte y centro de Europa que posteriormente se popularizaría en Estados Unidos, es una festividad que formaba parte las ocho fiestas de la tierra que organizaban los celtas denominado el festival del fuego donde lo supuestos brujos y brujas que poseían de un gran conocimiento acostumbraban invocar los espíritus de la naturaleza y los muertos ; a base elementos como son los calderos, las calabazas con rostros y velas adentro para proteger sus cosechas.
Ante estos puntos, Tovar Salazar, señaló que ante la diferencia de culturas y ubicación en el tiempo entre las culturas prehispánicas y Europa se tienen una coincidencia con estas fechas, donde se tienen como punto de coincidencia la invocación para retornar el espíritu de los seres queridos, lejos de actividades como pedir dulces o disfrazarse durante la noche del 31 de octubre.
En ese sentido, explicó que el Halloween se popularizó en México a raíz de la cercanía de Estados Unidos con las ciudades fronteriza que adoptaba la idea de disfrazarse de monstruos a salir a pedir dulces, contrastado con la tradición autóctona de montar un altar en honor a un ser querido que ha fallecido.
Sobre los mitos y acusaciones que han hecho algunas intuiciones católicas y la propia Iglesia sobre que el Halloween es una fiesta de invocación a seres demoníacos, el historiador comenta que esto no es así, ya que al ser una celebración de origen pagana no tiene relación alguna con el cristianismo; por lo que recomienda a profesores y padres de familia investigar su origen para poder explicarlo a sus hijos.