MORELIA, Mich., 8 de agosto de 2014.- Vecinos de dos fraccionamientos privados reiteraron este viernes su rechazo a la construcción de una gasolinera en la esquina de  Avenida Universidad y Real Universidad de esta ciudad capital.

La obra, cuyos trabajo de excavación ya iniciaron y cuyo propietario es Gilberto Rivera Ortiz, se encuentra a poco menos de 50 metros del jardín de niños “Pequeños Amigos”  y de la barda posterior de Ciudad Universitaria, contrario a lo señalado en el artículo 36 del Reglamento y funcionamiento de las estaciones de Gasolina Diesel y Gas Carburación en el municipio de Morelia, que a la letra dice: “deberá estar a una distancia de resguardo de 50 metros,  respecto a los lugares de concentración masiva”.

Los vecinos del fraccionamiento Real Universidad y Real Tulipanes, en donde hay por lo menos unas 600 viviendas,  encabezados por uno de los encargados del orden, Germán  Idelfonso Apolinar, argumentaron que lo anterior había sido dictaminado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SDUMA) del Municipio de Morelia,  pero que inexplicablemente esa dependencia, con fecha posterior, realizó un dictamen favorable a la empresa y que días después fue aprobado por el Cabildo moreliano..

Ante el arquitecto Julio Naranjo Ortiz, representante de Gilberto Rivera, y quien había asistido a una reunión con una comitiva de  habitantes de esos fraccionamientos para enseñarles la documentación, expresaron su negativa a dejar que se construya  la gasolinera en ese predio  porque, añadieron, primero hubo irregularidades en el otorgamiento que hizo el Ayuntamiento para el cambio de uso de suelo,  y porque, además, “esa gasolinera pondría en riesgo nuestras vidas”.

Cabe resaltar que los vecinos le solicitaron a Julio Naranjo que les proporcionara copias de toda la documentación oficial que avala dicha construcción, para que pudieran estudiarla y analizarla y saber si en realidad todo estaba dentro de la legalidad.

Sin embargo,  el arquitecto Julio Naranjo se opuso a dejarles los documentos, además de no mostrar la copia de las quince firmas de vecinos que supuestamente  avalaban la construcción y que les había sido requerido a la empresa por parte el municipio de Morelia. Pero, no pocos habitantes  de esos fraccionamientos  rechazaron haber signado ese documento requerido por el municipio, por lo que presumieron que se “falsificaron firmas”

Luego de haber sostenido una plática con Julio Naranjo, quien  se fue sumamente irritado del lugar, al argumentar que “todo la documentación estaba en regla”, los vecinos reiteraron su decisión, por diversas vías, como la jurídica y la movilización pacífica,  para impedir que el empresario  Gilberto Rivera Ortiz construya la gasolinera en un lugar que desde un principio la misma autoridad municipal había dictaminado como “inviable”.