MORELIA, Michoacán, 11 de mayo de 2016.- Infantil es el argumento de que la aplicación de la fotoinfracción es violatorio de los derechos humanos, aseveró Antonio Plaza Urbina, secretario de Efectividad e Innovación Gubernamental, al tiempo que acusa una “ignorancia bárbara” de los derechos humanos y las disposiciones internacionales relativas a los llamados derechos difusos o de última generación, como el derecho a la ciudad.
Agregó que la discusión en torno de las fotomultas “desafortunadamente ha adquirido una perspectiva política que no nos permite entrar a un análisis serio”; el funcionario refirió que si bien el ayuntamiento no está en posición de imponer ésta u otra medida sin discusión, el debate se ha realizado sin argumentos técnicos y sin considerar el beneficio ciudadano, sino criterios puramente políticos.
Reiteró que el derecho a la ciudad no debe ser exclusivo para los automovilistas, sino extenderse a la totalidad de los usuarios de vías de comunicación, por lo que el entorno urbano debe ser “caminable y compacto”, con base en criterios que “no han sido inventados por el municipio”, sino probados en diversos sitios del mundo.
Plaza Urbina rechazó, asimismo, que la fotoinfracción represente una ausencia de certidumbre jurídica, ya que la apreciación de un elementos policíaco será subjetiva, mientras que esta situación no se observa ante el uso de un radar y una cámara de vídeovigilancia.
Autonomía municipal, intacta
Las declaraciones de la diputada por el distrito X, Yarabí Ávila González, en torno a la falta de información que el Congreso del Estado tiene de las fotomultas, así como de la necesidad de que se transparente el proceso, no constituyen una lesión a la autonomía del municipio, que conserva intactas sus facultades para concretar la fortoinfracción, explicó Antonio Plaza.
Mencionó que la legisladora intentó “sacar el tema de moda”, pero “ojalá lo hiciera pensando en el beneficio de la ciudadanía”, especialmente cuando Ávila González representa a la población de un sector que aglutina varios puntos de alta incidencia de accidentes viales por exceso de velocidad al conducir, como el Libramiento Norte, donde, detalló, automotores alcanzan hasta 140 kilómetros por hora, situación que “aparentemente le parece muy bien, allá ella”.