CIUDAD DE MÉXICO, 16 de abril de 2018.- La tortura no debe asumirse como inherente a la investigación de los delitos, ni como cultura o forma de justicia arraigada en nuestro, consideró Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Al inaugurar el Taller Retos y Oportunidades para la Prevención de la Tortura en México, González Pérez advirtió que la persistencia de la tortura en México demanda a sociedad y autoridades a reconocer, entender y ver de frente el problema, ya que negarlo o relativizarlo a nadie ayuda y a todos perjudica.

Puso en relieve que no debe haber tolerancia hacia la tortura, ya que no hay niveles ni rangos aceptables de la misma, y un solo caso debe movilizarnos para investigar, deslindar responsabilidades, aplicar sanciones que procedan y, sobre todo, prevenir su repetición.

“No debemos esperar a que la tortura se presente para actuar. Detectar los entornos y condiciones bajo las cuales se posibilita o propicia dicha práctica es una de las claves para la prevención, aspecto al que no se le había dado la importancia debida desde hace varios años”, sostuvo.

Señaló que México cuenta con el entramado institucional y normativo para enfrentarlo y consolidar con ello su democracia, su Estado de Derecho, así como el reconocimiento y vigencia efectiva de los derechos humanos.

El titular de la CNDH evidenció la magnitud del problema al destacar que del año 2000 a mayo de 2017 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recibió 417 quejas por tortura y en ese tiempo ha emitido 100 recomendaciones y 2 recomendaciones por violaciones graves a derechos humanos relacionadas con ese tema, en tanto que en dicho tiempo se registraron 11 mil 196 quejas y se emitieron 191 recomendaciones por malos tratos, crueles, inhumanos o degradantes.

 

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