CIUDAD DE MÉXICO, 13 de octubre de 2016.- Constancio Carrasco Daza, magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) recibió la presea “Ministro Arturo Serrano Robles”, como un reconocimiento a su trayectoria jurisdiccional, docente y humana en el servicio judicial,

 

Con base a información en un comunicado, en la sede central del Instituto de la Judicatura Federal, los magistrados Fernando Rangel Ramírez, Humberto Manuel Román Franco y Alfonso Patiño Chávez, así como el juez Felipe V Consuelo Soto, entregaron la presea al magistrado Carrasco Daza, quien fue homenajeado por los integrantes de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, A.C. Tercera Región.

 

En su discurso, el presidente del TEPJF sostuvo que la impartición de justicia vive momentos difíciles porque la ciudadanía siente que los miembros de la judicatura están alejados de sus problemas y ajenos de los dramas humanos que se registran cotidianamente, de ahí la importancia de escuchar con equidad a las partes, para asimilar la dimensión y problemática real de cada controversia.

 

“Debemos dejar atrás cualquier visión de una potestad crecida, y comprender que todos tenemos una responsabilidad del mismo rango.  Una responsabilidad con un solo compromiso: Hacer justicia, lo que en forma natural reconocerá el cauce de la credibilidad y confianza de la sociedad”, agregó.

 

Frente a Jueces de Distrito y Magistrados de Distrito, Carrasco Daza señaló que las juzgadoras y los juzgadores cumplen un papel toral en la secuela de las decisiones del Poder Judicial de la Federación, toda vez que juzgan normas y actos que impactan en el destino de las personas.

 

“Somos los guardianes del respeto a los derechos humanos consagrados en la Constitución”, destacó.

 

Al agradecer el reconocimiento de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, el magistrado Constancio Carrasco recordó que la impartición de justicia en las democracias contemporáneas ha tenido que reorientar la brújula de su esquema de protección de derechos, para colocar a la persona en la médula de su interpretación, por lo que los operadores jurídicos se han visto en el deber de ensanchar las fronteras para la interpretación hacia los tratados internacionales de derechos humanos.

 

“El golpe de timón en la interpretación jurídica ha emergido como una respuesta a desequilibrios sociales que se mantienen, nuevas franjas de desigualdad y, en algunos casos, desacertadas políticas públicas que han dado lugar a un escenario en el que se hace patente un ejercicio de revaloración de los derechos”, destacó.

 

Asimismo, consideró que los consensos y disensos que surgen durante las deliberaciones de quienes integran los órganos colegiados, coadyuvan a la legitimidad judicial.

 

La coherencia judicial, puntualizó, no significa un absoluto consenso.

 

“La disertación de un asunto, cuando se realiza de manera autentica, sin posiciones individuales, prejuicios o protagonismos, surge como una la garantía de tutela judicial completa, en virtud de que la tolerancia, entendimiento y profesionalismo son los catalizadores para una sentencia justa”.

 

El Magistrado Presidente del Tribunal Electoral se refirió también a la forma jurídica de la interpretación; subrayó que se forjó una aparente distinción entre los jueces de control constitucional y los de legalidad; la cual, con el nuevo contexto constitucional y convencional se ha ido diluyendo paulatinamente.

 

“Para la construcción de la decisión judicial, los valores que perseguimos todos los jueces, son idénticos.  Los rasgos que en todo caso pudieran ser diferentes, están en el mayor o menor impacto social de nuestra decisión y el escrutinio con que se observan nuestras sentencias por la sociedad”.

 

Refirió que mientras los Jueces de Distrito construyen el armazón básico de la impartición de justicia, los Magistrados de Circuito plasman, con potestad definitoria, una postura que cierra una sentencia justa.

 

El conjunto de valores que inspiran la actuación judicial, finalizó, deben cincelar un modelo expedito y eficaz que se traduzca en una justicia plena.