MORELIA, Mich., 11 de marzo de 2016.- Hace exactamente un mes, el gobierno michoacano dio por concluida la vigencia de los grupos de civiles armados, también conocidos como autodefensas.
A un mes del anunció, la administración de Silvano Aureoles Conejo construye un andamiaje paralelo con la Firma de Mando Único en los 113 municipios, con el objeto de cerrar la pinza y crear las condiciones políticas, sociales, económicas y técnicas, para la creación de la Policía Única de Michoacán.
“Aún hay resistencias de grupos para imponer un nuevo orden y Estado de Derecho” reconoció el mandatario durante la inauguración del nuevo Centro de Atención a Víctimas.
Más aún, el pasado martes, antes de la firma protocolaria de Mando Único en Aquila, el titular del ejecutivo se refirió a Tarímbaro, uno de los municipios que se resiste a signar el documento.
“El Mando Único está más allá de necedades, terquedades e intereses personales. Y ello no estará supeditado al resguardo de la seguridad de los michoacanos. Tarímbaro es quien ha presentado más incremento de hechos delictivos”, mensajeó el mandatario al petista, Baltazar Gaona.
Más tarde, el gobernador señaló en Aquila que el Mando Único no tiene intención de lastimar a nadie, tampoco de romper con las prácticas tradicionales de nuestros pueblos que apelan a sus usos y costumbres, sino coordinar las tareas de seguridad, donde hombres y mujeres de sus comunidades realicen las tareas de protección, siempre y cuando aprueben los exámenes de corrió y confianza.
“El Mando Unificado no significa invadir esferas municipales, tampoco traer gentes de fuera para que hagan las tareas de seguridad. Significa alinear y coordinar la política en seguridad”, dijo a los habitantes de ese municipio indígena de la región Sierra Costa, donde Cemeí Verdía Zepeda, recién liberado, aún mantiene el control de los grupos de civiles armados.
Y a un mes de su conclusión, Aureoles Conejo manifestó su respeto a la valentía de hombres y mujeres que tomaron las armas para defender sus comunidades, patrimonio y familia; a aquellos que fueron autodefensas.
Sin embargo, dijo que los ciudadanos ya no pueden hacer justicia por mano propia, porque ello rompería el equilibrio, la legalidad, el Estado de Derecho, y darían pie al caos y la anarquía.
A cambio, el mandatario ofreció un trato sensible, con perspectiva social.
“Hombres y mujeres tomaron una decisión difícil, valiente ante los atropellos y excesos de los criminales. Peor aún, ante la complacencia del gobierno en turno que se alió y protegió a los criminales, y descuidó su función de brindar seguridad a los ciudadanos”, externó el titular del ejecutivo.
Ahí mismo, Aureoles Conejo puntualizó que “no se puede ni debe condenar a alguien que ofreció su vida para defender valientemente su comunidad, gente y patrimonio”.
En este contexto, el gobierno emitió la convocatoria para que los autodefensas se sumarán a las fuerzas policíacas convencionales. Se instrumentó un programa de capacitación para aprobar los exámenes de control y confianza y se les otorgó un bono de 90 mil pesos para que, en caso no se integrase a la Policía Única Michocana, puedan restituir sus vidas en sus comunidades.
De acuerdo a datos de la Secretaria de Seguridad Pública, mil 600 rurales o autodefensas acudieron al llamado. De ellos, 800, se encuentran el fase de estudios en la Academia Regional de Policía.
Los grupos de autodefensa nacieron el 24 de febrero del 2013.
En poco tiempo, lograron el control de 45 municipios y mantuvieron la hegemonía de la seguridad por más de 17 meses en todos ellos. Sólo Morelia quedó fuera de su presencia.
“Nacieron con un buen propósito, pero a lo largo del tiempo fueron infiltradas por criminales que ahora se dedican a delinquir”, reconoció el titular de la PGJE, José Martín Godoy Castro.
Hoy, esos grupos ya son identificados como Los Viagra y los H3, brazos armados que se dedican al trasiego y elaboración de droga sintéticas, según la PGJE.
También son los responsables de la violencia generada en parte del bajío michoacano.
Actualmente, poco más de 380 autodefensas se encuentran recluidos en diversos penales federales, entre ellos, José Manuel Mireles Valverde, único líder y fundador de los civiles armados, el espera de que se reactivé la Ley de Amnistía en el Senado de la República.