Tiempos legislativos obstaculizan la administración de justicia
MORELIA, Mich., 22 de enero de 2014.- En el noveno día del despliegue Apoyo Federal a la Seguridad de Michoacán, las fuerzas federales tomaron el control de la población de El Carrizo en el municipio de Parácuaro, en donde el pasado martes se registró un enfrentamiento entre grupos de autodefensa y comandos al servicio del crimen organizado.
Este miércoles un convoy del Ejército se trasladó a la comunidad de La Cofradía para patrullar este tramo carretero e instalar un puesto de control, en el cual fueron secundados por efectivos de la Policía Federal, quienes vigilaron el camino que lleva hacia el municipio de Tumbiscatío.
El último enfrentamiento que se registró en la zona de la Tierra Caliente, hasta la tarde de este miércoles la Secretaría de Gobernación informó que sólo tenía conocimiento de la detonación de armas de fuego, pero no advirtió ninguna escaramuza entre autodefensas y miembros de los Caballeros Templarios, incluso descartó que las Fuerzas Federales hubieran participado en algún tiroteo.
En el kilometro 16 de la carretera que comunica a las poblaciones de El Carrizo con La Cofradía se ubica un rancho que presuntamente se encontraba resguardo por Los Caballeros Templarios, en el cual los grupos de autodefensa refieren que se suscitó un enfrentamiento que se prolongó por más de tres horas el pasado martes.
Tras 24 horas del enfrentamiento, el rancho dedicado a la cosecha y empaque de cítrico se había convertido en la fortaleza momentánea de los grupos de autodefensa quienes se mantenían resguardados entre los muros marcados por los impactos de fusiles R15.
De la balacera, los comunitarios reportan entre ellos dos heridos leves y sin que tampoco exista registro presumieron al menos dos muertos del bando contrario
Todo empezó como a las tres de la tarde, narró un miembro de las autodefensas a los periodistas que recorren la zona, mientras recoge los casquillos de bronce que luego, anunció, venderá por kilo, al mismo tiempo, pidió que no le tomen fotos ni le pregunten su nombre a cambio de contar los que un día antes él vivió.
“Llegamos y nos empezaron a retar por nuestros radios, mientras se escuchaban disparos de cuerno de chivo, de repente cuando los fuimos replegando hacia el cerro, como a 300 metros se escuchó el estruendo de dos cincuentas – fusiles Barret- y desde los matorrales nos empezaron a rafaguear, yo creo que era como cuarenta”, dice el miliciano que no pasa de los 30 años.
Por los radios que tienen en su poder los miembros de las autodefensas, un día después de los hechos continuó el reto de quienes se dicen son Templarios: “Somos como setenta, estamos acá todos en el cerro, todos vivitos y coleando”, dijo la voz de un hombre que se intercala con otra aguda que llama a los autodefensa para que se internen en busca de ellos.