Reconocen trayectoria del magistrado Armando Pérez Gálvez en el STJE
La fosa común no es lo que la mayoría de la gente cree; no es un gran hoyo en la tierra en donde se depositan los cadáveres que no son identificados o que nadie reclama.
Los muertos que nadie conoce tienen tumbas individuales, las cuales se diferencian de las ordinarias no sólo porque carecen de una lapida sino porque las cruces que las acompañan sólo contienen la fecha de la defunción y una serie de números que refieren el expediente que tiene la Procuraduría General Justicia del Estado sobre los hechos que rodearon al deceso.
Los indicios de quiénes pudieron ser en vida se encuentra en los archivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, el expediente, al que hacen referencia las cruces, contiene su media filiación; los resultados de la necropsia, dactiloscopia y genética forense así como la investigación en torno a cómo perdieron la vida quienes abandonaron en mundo sin que se llegará a saber su nombre.
En lo que va del año han sido 17 los casos de personas que han sido depositados en la fosa común, de los cuales cinco posteriormente fueron identificados por sus familiares ante la Procuraduría de Justicia del Estado.
En la mayoría de estos casos no hubo un reclamo de exequias, sólo se obtuvieron datos para conocer el nombre de las personas, porque los deudos decidieron no exhumar los restos por el costo económico que significa para ellos o porque no tenían el interés de sepultar en otro lugar el cuerpo sino únicamente corroborar que su familiar o conocido murió.
Este año el Servicio Médico Forense ha practicado 900 necropsias de entre ellas sólo 12 cuerpos permanecen sin identificar, el año pasado de los 1080 cadáveres que fueron sometidos a exámenes 18 culminaron en la fosa común.
Francisco Alberto Ceballos Rodríguez, médico forense de la Procuraduría General de Justicia del Estado, refirió que por ley sólo pueden mantener un cuerpo como máximo por 180 días, sin embargo, el tiempo mayor que ha llegado a durar un cadáver en alguna de las 26 gavetas forenses es de 2 meses, debido a que así lo solicitó el Ministerio Público que se encontraba a cargo de la indagatoria.
Heridos de bala, personas que han sido arrolladas, indigentes o ancianos que padecen alguna enfermedad y que vivían solos son los perfiles de quienes mueren sin que se conozca su identidad, además que el 70 por ciento de los casos son hombres.
El médico forense explicó que tras permanecer en algunas de las 26 gavetas del Semefo, a tres grados centígrados y tras concluir las indagatorias sobre los hechos y causas de muerte, los cuerpos son introducidos en bolsas negras a las que se les adhiere una papeleta con el número de averiguación que se les asignó, datos del estudio de la ropa que portaban, levantamiento del cuerpo, la fecha exacta o posible de defunción, sexo y edad.
Debido a la saturación que existe en la fosa común del panteón municipal, los casos registrados desde años recientes han sido depositados en el cementerio Vergel Renacimiento, en donde se ubican en la parte trasera del camposanto, junto a la barda perimetral, de manera horizontal y entre maleza, se encuentran ocultas las cruces que pocos ven y que contienen los números que difícilmente serán sustituidos por letras.