Hallan un cuerpo en la Morelia-Salamanca
MORELIA, Mich., 7 de abril de 2016.- Durante el mes de marzo 35 michoacanos perdieron la vida en homicidios dolosos, entre los que sobresalió la muerte de cuatro menores.
Durante los primeros días del mes de marzo se suscitó la muerte de una mujer, al parecer abatida a tiros por arma de grueso calibre, en Uruapan.
Seguida por la aparición de un hombre embolsado, en esa misma población.
Dentro de estos 35 asesinatos, la mayoría fueron perpetrados contra hombres de entre 22 a 40 años de edad, con arma de fuego, abandonados en parajes o, en su defecto, ultimados en plena luz del día sobre la calle.
Ciertamente, la muerte de cualquier ciudadano genera indignación entre la sociedad, empero, la muerte de cuatro menores fueron escándalo por algunas semanas, ambos perpetrados el mismo día.
El primero fue en contra de una menor de 12 años de edad, misma que fue localizada en las inmediaciones del municipio de Tarímbaro, al parecer con señas de haber sido violentada sexualmente.
El segundo, del mismo 21 de marzo, se suscitó en el número 84 de la calle de Galena, de la colonia Infonavit La Colina, en donde presuntamente una maestra de escuela, madre de tres menores, habría acabado con la vida de sus tres pequeñas.
La noticia trascendió y se replicó en un nutrido número de medios nacionales, impresos y radiofónicos.
Aunado al número nutrido de muertes complejas, como el de las cuatro menores, sobresalió la muerte de dos ancianos, al interior de su hogar, según dirían las autoridades con heridas de arma blanca.
El asesinato desde un vehículo en movimiento volvió a la carga, cobrando al menos una víctima en Lázaro Cárdenas.
Por otro lado, a las engrosadas cifras de los homicidios se integraron dos taxistas, uno en la tenencia de Santa María de Guido y uno más en Tiquicheo, este último fue abatido junto al cliente con el que viajaba.
Los municipios que entre los que se distribuyeron los asesinatos fueron Morelia, Tarímbaro, Lázaro Cárdenas, Yurecuaro, Uruapan, Tiquicheo, Peribán, Briseñas, Pátzcuaro y Chavinda.
Hay que precisar que Zamora no acaparó el mayor número de homicidios, lo cual es de destacar en comparación con la racha que venía trayendo.
En cambio, Briseñas despuntó, pasando de 0 a 5 en un sólo mes, cuatro calcinados y uno que fuera localizado en franco estado de descomposición.