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MORELIA, Mich., 9 de noviembre de 2015.-A fin de evitar la reincidencia de reos en el país, es urgente que las autoridades federales implementen programas de alfabetización y capacitación para la reinserción laboral de los más de 200 mil presos que existen en las cárceles mexicanas, aseveró la vicecoordinadora del Grupo Parlamentario Nueva Alianza.
En entrevista, la legisladora afirmó que uno de los graves problemas a los que se enfrenta el sistema penitenciario nacional es la elevada reincidencia de los presos debido a múltiples factores, entre los que destaca la falta de oportunidades laborales.
Al salir de prisión, comentó, el primer gran problema al que se enfrentan los reclusos, es la discriminación por su condición de ex presidiarios, por lo que la mayoría de las ocasiones no son aceptados en los centros de trabajo.
Además, dijo, muchos de ellos no cuentan con estudios básicos de primaria ni secundaria, y menos con la preparación técnica suficiente para ser contratados por las empresas.
Por ello, aseguró, las autoridades encargadas del Sistema Nacional de Seguridad Pública junto con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) deben fortalecer los programas de alfabetización en los centros penitenciarios estatales y federales, a fin de que puedan obtener sus certificados no sólo de educación básica, sino incentivarlos a estudiar carreras técnicas e incluso universitarias.
Asimismo, la Secretaría del Trabajo junto con los gobiernos de los estados, e incluso la iniciativa privada, añadió, deben construir estrategias para asegurar la inmediata reinserción laboral de los reclusos al obtener su libertad.
La vicecoordinadora aliancista refirió que de acuerdo con estadísticas del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2014, realizado por el INEGI (2014), de los 213 mil presos que hay en el país, 18 por ciento son reincidentes.
Tan sólo en el Distrito Federal, dijo, de los 39 mil 257 mil internos que hay en los diez penales para adultos del Distrito Federal, 735 son analfabetas y cinco mil 714 sólo concluyeron la primaria.
Además, 61.89% tiene escolaridad hasta la secundaria y sólo 4.8% de los reclusos tiene estudios de grado profesional, de acuerdo con estadísticas del Sistema Integral de Información Penitenciaria (SIIP).