A proceso, acusado de privar de libertad a empleados de tienda en Morelia
MORELIA, Mich., 9 de septiembre de 2015.- El Centro de Readaptación Social David Franco Rodríguez, conocido como Mil Cumbres, alberga a Las Hijas de Cuauhtémoc: una biblioteca, fuente de inspiración con poco más de dos mil libros, que actualmente mantiene asiduas a la lectura y motivadas a un cambio, a más del 50 por ciento de la población recluida en el área femenil.
Brenda Vanessa Hernández González, una joven interna, en espera de una sentencia por parte de las autoridades judiciales, es la culpable del nombre que lleva la biblioteca, acervo bibliográfico que finalmente tiene un espacio propio, después de casi 15 años de su creación, dentro del Centro y que apenas desde hace un año aproximadamente, es administrado y organizado, por las mismas reclusas.
“Se abrió una convocatoria para todas las chicas, en la que teníamos que proponer el nombre de una mujer para así llamar a la biblioteca, entonces pensé yo también quiero participar y aquí mismo (en la biblioteca) me puse a buscar, pero yo no propuse a una sola mujer, sino a una organización de mujeres denominada Las Hijas de Cuauhtémoc, ellas dejaron huella en el país” explicó Brenda Vanessa, orgullosa de formar parte de una actividad que le ha permitido aprender más y aprovechar el tiempo mientras se define su situación jurídica.
“Las Hijas de Cuautémoc eran reclusas y quisieron hacer un cambio, yo me vi en su espejo y fueron mi inspiración, porque aunque se hayan cometido errores, siempre hay una oportunidad de hacer las cosas mejor y que las cosas cambien”, agregó Brenda al mismo tiempo de que dijo que fue en la sección de Historia, donde encontró la mejor propuesta de nombre para la biblioteca que “sin duda es un beneficio para todas las chicas del Centro”.
Además de Brenda Vanesa, Irene Valladares Sastré es otra interna quien también es responsable de la biblioteca Las Hijas de Cuauhtémoc, ambas atienden el espacio en una horario de 11 a 12 y de 15 a 17 horas, todos los días, con excepción de los días de visita familiar: los miércoles y domingos.
Con una expresión de enorme satisfacción de poder aportar algo al Centro y al resto de sus compañeras, Irene explicó que los libros son prestados a sus compañeras por una semana, con la oportunidad de refrendo por una semana más, si es que no concluyeron con la lectura.
Novelas, religión, superación personal, psicología y derecho son los libros más leídos y buscados por las internas del Cereso Mil Cumbres, sin embargo, los tres últimos géneros literarios son escasos en Las Hijas de Cuauhtémoc, por lo que Irene aprovechó las cámaras y micrófonos de Quadratín para hacer un llamado a la sociedad en general para que donen libros a la biblioteca femenil.
Pocos apoyos
Fue a través del Primer Congreso “Reflexiones en torno a la vida de las mujeres reclusas” que se logró llevar a cabo la primera donación literaria, sin embargo aunque la meta del evento fue entregar 500 libros, sólo se llevaron 300 y de éstos, sólo la mitad resultaron servibles a la biblioteca del Cereso Mil Cumbres, del área femenil.
El evento tuvo un costo de 250 pesos para estudiantes y 350 para profesionistas y fue organizado por alumnas de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana, el colectivo artístico Las Desobedientes y autoridades del Cereso, quienes de acuerdo a su perfil en redes sociales, que lleva el mismo nombre del primer Congreso, ya organizan el segundo encuentro académico.
En este sentido, las encargadas señalaron que hace unas semanas recibieron una donación de alrededor de 300 libros, de los cuales sólo 140 son útiles, ya que el resto contienen literatura no apropiada para las internas o estaban infectados con polilla que podían contaminar el resto de los libros en la biblioteca.
Sin embargo agradecieron y reconocieron el esfuerzo realizado por jóvenes alumnas nicolaitas por el esfuerzo de apoyar a la biblioteca, con la confianza de que otros sectores de la población también puedan apoyar, pero con la advertencia de que sean libros con contenido adecuado para las internas y que estén en buenas condiciones físicas.
“Procuramos tener revistas, pero no de chismes o de farándula, que sirven para que aquellas que no están muy acostumbradas a la lectura, empiecen a hojear y despertar su curiosidad por leer, ha funcionado porque más adelante regresan por un libro y no cualquier libro, la mayoría de las muchachas buscan lectura compleja, principalmente de Derecho, para contrastar lo que sus propios abogados les dicen” explicó Irene.
Y es que no son los únicos planes que las administradoras del acervo bibliográfico tienen en coordinación con las autoridades del Centro de Readaptación Social, ya que en un futuro, no muy lejano, esperan contar con juegos de mesa que les permita organizar torneos entre las reclusas, quienes tendrían otra fuente de entretenimiento sano dentro del plantel.
“Cuando nosotros empezamos a ser las responsables de la biblioteca, venían entre 5 y 10 chicas al mes, ahora a casi un año, tenemos como 60 lectoras entre las 100 que albergamos el Centro femenil y se van sumando” expresó orgullosa, Irene quien precisó que aunque las condiciones de la biblioteca son mejores ahora, sí hace falta mobiliario para la colocación de libros, un DVD para promover el Cineclub, además de los juegos de mesa.
Finalmente, la directora del Cereso, Flor Elena Lica Millán precisó que la escolaridad de la población femenil ha provocado tener un importante porcentaje de lectoras actualmente, por lo que con un promedio del nivel Secundaria terminado, las autoridades también se han unido al interés de las reclusas de ampliar el acervo bibliográfico.
Por tal motivo, la funcionaria confió en que en las próximas semanas se pueda concretar la donación de libros a través de una empresa de Toluca, tanto para el área femenil como para la biblioteca del sector varonil, misma que tiene más antigüedad y requiere de la actualización de libros, “pues la mayoría ya fue leído por los reos”, puntualizó.
Asimismo, adelantó que ya se prepara la convocatoria entre los internos para seleccionar un nombre que identifique a su biblioteca.
Lica Millán expuso que entre los beneficios de estos espacios es que mejoran el proceso de readaptación de la población reclusa, ya que genera disciplina y compromiso, tanto para los encargados de las áreas, como para los mismos reos lectores, quienes también tienen una responsabilidad de cuidar y entregar los libros cuando termina el periodo de préstamo.
Por último, reconoció que la dirección del Centro hace esfuerzos por apoyar en el cuidado y mejoramiento de ambas bibliotecas, pero hasta el momento no ha habido una inversión considerable para la dotación de libros que amplíen el acervo bibliográfico.