
Llaman a elegir al Papa por la humanidad, no apreciaciones personales
MORELIA, Mich., 21 de abril de 2025.- La muerte del Papa Francisco marca el fin de un pontificado profundamente transformador que deja a la Iglesia Católica frente a desafíos cruciales y tareas pendientes de gran calado.
A lo largo de más de una década de liderazgo, Francisco abogó por una Iglesia más inclusiva, cercana a los pobres, comprometida con la justicia social y el cuidado del medio ambiente.
Su estilo pastoral, su enfoque en la misericordia y su visión reformadora impactaron tanto a creyentes como a no creyentes, pero también generaron tensiones dentro de sectores conservadores del Vaticano.
Entre los temas que su sucesor deberá afrontar destacan la implementación definitiva de reformas estructurales en la Curia Romana, el avance hacia una mayor sinodalidad —una Iglesia más participativa y descentralizada—, el rol de la mujer en funciones de liderazgo eclesial, el manejo de la crisis de abusos sexuales y la transparencia financiera.
Además, queda pendiente la profundización del diálogo interreligioso, la postura ante las uniones homosexuales y el papel de la Iglesia en el contexto político global, especialmente ante los conflictos armados y la crisis climática.
El nuevo pontífice heredará una institución en transición, con una identidad en búsqueda de equilibrio entre tradición y modernidad. La elección de su sucesor será clave no solo para el futuro del catolicismo, sino también para su influencia en el mundo contemporáneo.
El legado de Francisco quedará como un punto de inflexión en la historia reciente del Vaticano.