Se presentará en el FICM el cortometraje Soy bosque
MORELIA, Mich., 14 de octubre de 2022.- En el cortometraje I am a forest (Soy bosque) hay una completa experiencia sensorial a la que está expuesto el público. Este trabajo es una co realización entre Anna Soler y Elida Maiques, y es parte de la Selección Oficial del Vigésimo Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) en la Sección de Documental Michoacano.
Entrevistada por Quadratín, la fotógrafa y directora de fotografía de este corto, Anna Soler, expresó que Elida Maiques, quien es un artista conceptual valenciana que reside en Irlanda, llevaba desarrollando ya un proyecto desde hace unos cuatro años, que se llama justamente I am Forest, donde desarrolla trabajos de dibujos del bosque, investigación de los sonidos de los pájaros, y hace un poco de earth art. Ella quería hacer un performance.
Ahí es cuando entra a Ana Soler, ya que la artista conceptual la buscó para realizar un registro de este performance; "entonces empezamos a hablar, llegó la pandemia y había más tiempo para hablar, y me dice: 'yo creo que estoy desaprovechando tus cualidades, por qué no mejor adaptamos la idea del performance a una obra cinematográfica', así es como surge, a partir de una idea original de Elida Maiques", contó la fotógrafa, quien dijo que el trabajo visual se hizo en ese país.
En Soy bosque, parece haber una verdadera experimentación, tanto visual como auditiva. En ciertos momentos tiende fuertemente a lo prehispánico. Al respecto, Anna Soler señaló que se debía a ciertos factores; "yo soy valenciano-michoacana, llevo 23 años viviendo aquí. Elida Maiques es valenciana-guatelmalteca-irlandesa, entonces dos términos que le gusta utilizar a Elida, son la transgeneralización y la transculturalización", expuso.
En este sentido, se refirió a que todos estamos conectados, "todos somos bosques, no somos un árbol que pertenece a un bosque, todos somos bosque, y la onda del sonido es muy importante, la idea absolutamente es hacer un trabajo sensorial, no con una narrativa tradicional de planteamiento del tema, desarrollo y conclusión, es más bien: ve sin prejuicios, abre las puertas de la percepción, y déjate sentir, esa es la idea".
La realizadora señaló que por fortuna contaron con el apoyo de un músico irlandés, y de Jorge Alba con el diseño sonoro, aquí en Michoacán, porque la postproducción se hizo en el estado.
El uso de instrumentos tradicionales, tanto europeos como de América, dieron una textura, donde también intervinieron los pájaros, porque, a decir de Anna Soler, hay toda una investigación sobre el sonido de los pájaros, cómo interactúan entre ellos, y eso fue parte del sonido del cortometraje, un diálogo, donde incluso se da una conversación; "algo hermoso que sucedió durante la filmación, es que los pájaros respondían, fueron parte, al final el proyecto fue performático", aseveró.