CIUDAD DE MÉXICO, 13 de enero de 2019.-   Las huellas de la familia García alcanzaron hasta Israel, donde el calzado del colectivo Ndavaa, llegó para satisfacer a cientos de clientes que reconocen la calidad y originalidad de los productos oaxaqueños.

Aunque nació hace 13 años y desde entonces se ha convertido en una fuente de empleo para decenas de familias, el origen de este colectivo —conformado principalmente por mujeres— se remonta a más de 35 años atrás, cuando Clara García y su esposo Germán empezaron a elaborar sandalias. Ndavaa, en zapoteco del Valle, significa “mi sandalia”.

Explica El Universal que, con 56 años, Clara recuerda que se casó muy joven. Al haber concluido sólo la educación básica, no había muchas oportunidades de trabajo ni para ella ni su esposo.

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