MORELIA, Mich., 23 de septiembre de 2018.- Llegó en el final de la primera temporada para dejar claro que haría tambalear a los protagonistas como si se tratara de un huracán. Kimberly Dos Ramos no perderá el tiempo en Por amar sin ley 2 y luchará por el galán de la historia: David Zepeda. ¿Qué pasará con Ana Brenda? Pues, rumores de pasillo aseguran que, debido a otros compromisos adquiridos con anterioridad, la actriz mexicana saldrá de la thttps://web.whatsapp.com/elenovela para dejarle el camino libre a la rubia venezolana.

Kimberly nació en Caracas y tiene 26 años. Representa la nueva generación que Televisa tiene en la mira para sus proyectos. De hecho, su debut en Vino el amor fue aplaudido por los ejecutivos que la reclutaron para este dramático producido también por El Güero Castro.

Ahora, en un rol mucho más maduro, la actriz se alista para conquistar a la audiencia que espera el inicio de esta telenovela en las próximas semanas. Aquí sus impresiones a Quadratín desde los estudios de la televisora de San Ángel, en Ciudad de México.

-¿Qué viene a hacer tu personaje en Por amar sin ley 2?

-Mi personaje, junto con el de otros compañeros, viene a crear nuevas historias, nuevos casos, para revivir emociones y que la gente se quede más enganchada de lo que ya estaba. No puedo adelantar mucho, pero va a estar bien padre la incorporación de Sofía, mi personaje.

-¿Y quién es Sofía?

-Ella es una abogada penalista, joven, con una especialidad en derechos humanos. Está muy emocionada por incorporarse al bufete Vega, donde están los mejores abogados. Lo que quiere es aprender y aportar todos sus conocimientos en la materia.

-Dicen que te vas a quedar con el galán…

-¡Eso no lo sé! Pues mi personaje es bien cerrado con eso del amor. Sofía está enfocada al 100 por ciento en su trabajo; ella apoyará a sus compañeros del bufete en los diferentes casos que se presenten.

-Después de una villana en Vino el amor ahora serás la buena del cuento. ¿Cómo asimilaste el cambio de roles?

-Lo bueno es que entre novela y novela pasó un año y medio.  Sí es cierto que la gente viene con mi imagen de mala, entonces tienen la expectativa de ver qué pasará. Este rol es diferente, es buena, con mucho carisma, pero también su lado fuerte porque es una abogada que lucha por la justicia.

-¿Cómo te preparaste para interpretar a una abogada?

-Primero que todo tuve que estudiar porque no conocía nada acerca de abogados. Estudié las terminologías que usan, con eso nos ayudan los directores y productores. También vi videos de juicios para ver la actitud que tienen los abogados al momento de defender sus ideas.

-En Venezuela y Estados Unidos hiciste muchos roles juveniles, pero fue aquí en México donde pasaste a las tramas adultas. ¿Cómo digeriste el cambio?

-La verdad es que fue un proceso que se dio paso a paso. Todas estamos preparadas para que eso ocurra. El cambio fue perfecto y ahora lo disfruto en Televisa, donde hago personajes para adultos.

-¿Es México la meta cumplida?

-Es la meta de cualquier actor. México es una plataforma importante que quería tocar, y sobre todo Televisa que es la fábrica de las telenovelas. A juro tenía que estar aquí. Cuando hice Vino el amor sentí una emoción indescriptible. Ahora quiero hacer cine mexicano, ya luego vendrá Hollywood.

-¿Ha sido un problema el acento?

-Al principio de mi carrera en el extranjero sí me costó un poco porque en las empresas de Estados Unidos exigen el acento neutro y el de nosotros es muy específico. Tocó estudiar y trabajar en ello. Ahora lo pongo en práctica todos los días, aunque a la hora de juntarme con un venezolano se me salen mis raíces. Lo bueno es que a la hora de trabajar es como un suiche. Dicen: ¡Acción! y hablo mexicano.

-En la novela buscarás la justicia, pero en la vida real, ¿qué tan justa eres?

-Mucho. Soy muy perfeccionista, tanto en mi trabajo, como en la vida personal. Es lo que tengo en común con Sofía.

-¿Cuál es el error de amar sin ley?

-El error es que aplicamos las leyes y la justicia para otros, pero no para nosotros.

-¿Cuántas leyes debe haber en el amor?

-Ninguna. El amor es libre y cada quien ama a su manera. Cada cabeza es un mundo.

-¿Pero estás consiente de que es difícil ser justos en el amor?

-Sí. Pero uno debe amar libre, positivamente. Conmigo no va eso de que: me dejó y lo voy a matar (risas).