Zapatos rojos, película que no busca ser política sino poética: director
MORELIA, Mich., 25 de octubre de 2022.- Zapatos rojos, es una película de contrastes, señaló su director Carlos Eichelmann, ya que una de las primeras imágenes, es una secuencia de montaje entre el bosque y el desierto, que además son las dos energías que quiso reflejar en la película, que nunca buscó ser política sino poética.
Zapatos rojos es un filme que cuenta la historia de Eustacio, un hombre de campo de la tercera edad que debe viajar a Ciudad de México porque ha sucedido algo grave. En esa travesía, un tanto fría y dura, conoce lo peor de una ciudad abismal, pero también encuentra sosiego. Es una película que aborda la violencia contra la mujer.
La parte del desierto, expresó, tiene una energía muy masculina, "es muy árida, tiene mucho sol, es seca, es pragmática, es práctica, es como los jóvenes; y la ciudad tiene esta energía más femenina, donde la mayoría de las escenas se da en la noche, caótica también, pero sobre todo es muy nocturna, es muy húmeda, siempre está lloviendo o las calles están mojadas", indicó sobre los ambientes en los que se desarrolló el filme.
El director señaló que él no veía muchas noticias, pero sí palpaba el pulso de las cosas que pasaban en el país, porque es mexicano y además de ser hombre, es hijo de una madre, tiene hermanas, tiene primas y tiene amigas; "no soy ajeno a una herida tan grande como la violencia contra la mujer".
Dijo no compartir mucho esta dialéctica polarizante, donde alguien puede hablar de una cosa y alguien no puede hablar de otra cosa, "sí siento que hay sensibilidades diferentes, y la sensibilidad que yo puse en la película, es una sensibilidad de hombre con respecto al problema, si hubiese sido de otra manera, me parecería un poco hipócrita”.
Lo que quiso fue abordar el problema desde un lugar incluso poético, muy emocional y alejado de todo tipo de panfleto, "hui muchísimo de que la película se convirtiera en un panfleto; no me interesaba ser político ni provocador. Me interesaba plantear una reflexión desde lo emocional. Ya lo he dicho antes, pero para mí, cuando quieres hacer una reflexión profunda tiene que ser a través de las emociones, porque estás no tienen barreras, no están acotadas por una educación o una programación, y son infinitas".
También le interesaba, de alguna manera, poner un grano de arena para sanar la herida, no solo poner el dedo en la llaga de una manera simplemente provocadora; "me interesaba ir un poco más allá, yo no sé si lo logré, pero la intención, con toda humildad y con toda necesidad, era esa”.
Desde luego que también puede pasar por lo político, señaló, porque hay una frase que dice no hay nada más político que lo poético, y él cree profundamente en esa frase; sin duda está ahí el tema se pone sobre la mesa, y ojalá que esta película sea una puerta para que se discuta y nosotros estamos hablando ahora del tema".
Señaló que para él no hay esta dialéctica del bueno y el malo, de blanco y negro, algo que no es tan sencillo, porque sería muy simple que fuera de otra manera, y también bastante aburrido; "gracias a Dios no es así, para lo bueno y para lo malo. De pronto debemos identificarnos con cosas muy buenas que tiene el personaje, incluso en algún momento te enamoras de él y de su causa, después descubres que no es tan bueno como pensabas".