Presenta Rita Gironès su obra La bóveda del fin del mundo en Morelia
MORELIA, Mich., 13 de abril de 2021.- El 13 de abril se conmemora el Día Internacional del Beso. Esta práctica universal es una muestra de lazo afectivo que busca expresar ya sea amistad, pasión o aprecio entre las personas.
La celebración del beso quedó instaurada en este día, precisamente porque en un concurso tailandés, una pareja se dio el beso más largo del mundo, nada más y nada menos que con una duración de 58 horas.
La industria cinematográfica se ha encargado de dejar besos icónicos en la memoria de todos. Películas como Casablanca (1942), De aquí a la eternidad (1953), o Los Puentes de Madison (1995) nos deleitan en historias donde el beso es la parte más emotiva de una trama donde el romanticismo se niega a desaparecer.
También en canciones, como la inolvidable y mundial Bésame mucho, autoría de Consuelo Velázquez, o el poema Besos, de la chilena Gabriela Mistral, donde confiesa que “ hay besos que se dan con la mirada” y hay otros “que se dan con la memoria” y continúa en un juego: ¿Te acuerdas del primero…?, son muestras artísticas del gesto tierno y amoroso por excelencia.
Hace poco más de un año, el subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud, Hugo López Gatell, en rueda de prensa con fecha del 28 de febrero del 2020, recomendó a los mexicanos algunas medidas preventivas para contener la epidemia. Ante la presencia del coronavirus en México, fue detallando indicaciones básicas como lavarse las manos, estornudar en el ángulo interno del brazo, o evitar saludarse de mano, sin que eso, señaló, representara perder el saludo fraterno y amigable.
Inmediatamente después, hizo énfasis en un señalamiento: “Por el momento no se den besos ni abrazos, simplemente así” y pasó a darse él mismo un auto-abrazo. Esto desató las risas por parte de los periodistas congregados, incluso el presidente de la República, López Obrador, no pudo evitar una sonora carcajada, solo para terminar aclarando “porque esto nos va ayudar a disminuir la transmisión”.
Las risas y los murmullos que ocasionaron este apunte del epidemiólogo, son fáciles de entender: parece difícil –incluso un año después- evitar esos gestos de afecto y romper la inercia del cariño entre las personas.
Ahora se recomienda cerrar los ojos por un instante e imaginar el beso más deseado en la vida: aquel beso que cambió -o quisiera que cambiara- el curso de la propia historia.