Fusionan la comida, la cultura y el arte con taller de dibujo en el CCC
TZINTZUNTZAN, Mich., 14 de marzo de 2024.- La avenida Lázaro Cárdenas, que atraviesa prácticamente la población de Tzintzuntzan, es el escenario principal para el llamado convite, un desfile colorido que reúne a los artistas y participantes de la K’uinchekua.
Un primer contingente está integrado por la banda sinfónica de la Escuela de Música de Ihuatzio; antes, y realmente hasta adelante están las autoridades, tanto estatales como municipales; después, el siguiente contingente lo integran representantes de Uárukua (el juego de pelota purépecha), a través Juegos y Deportes Autóctonos, una asociación que se encarga de visibilizar y fortalecer los juegos tradicionales en la entidad.
Más atrás viene el contingente del Torito de Carnaval de Jarácuaro, muy vistoso con las mujeres y hombres vestidos a la usanza de la región; enseguida los integrantes de la Danza de Moros de Zacán hacen su aparición con los elegantes trajes con capas en color rojo y haciendo ruido al caminar con sus espuelas.
Así continúa el desfile con la Danza del Paloteo, La Danza del Pescado Blanco, los toritos del Carnaval Otomí, muy activos en su danza, y es así como cierran los contingentes para la fiesta grande de Michoacán.
A lo largo del recorrido, muchas personas que observan el convite, llevan banderas en color verde con la leyenda de La K’uinchekua, La Fiesta de Michoacán, como manera de apoyo a los participantes en este evento cultural.
La llegada de los contingentes se da al cruzar el atrio del antiguo convento franciscano de Santa Ana Tzintzuntzan, entre los viejos árboles de olivo, a un templete dispuesto por fuera de la iglesia de San Francisco de Asís, para seguir ahí con la fiesta musical y dancística.