MORELIA, Mich., 26 de junio de 2017.- El artista visual, Julio César Flores Calderón, prepara su pintura de gran formato La Batalla, para exponerla el próximo viernes 30 de junio en el Centro Cultural Clavijero (CCC). Explica que espera terminarla a más tardar el día 29 de junio.

Reflexiona sobre el arte urbano, sobre el muralismo; “está muy peleada esta cuestión de que no se le puede llamar muralismo, Pero por otra parte no puede llamarlo de otra manera puesto que está pintado en un muro, está esa controversia de si es arte urbano, es graffiti o es muralismo”, dice.

Y explica: “porque si lo nombro arte urbano, no me catalogo como que hago arte, entonces es como esta parte de sí es pero no es, al final de cuentas le toca al espectador definir qué es lo que está pasando, o a un crítico”.

El artista relata que es egresado de la Facultad Popular de Bellas Artes (FPBA), tengo como esa escuela que te da las bases, nunca hice graffiti como tal, así que no he podido considerarme grafitero. Cuando hago un mural no lo firmo como suelen hacer los grafiteros, en esta parte ilegal”, expone.

Prosigue con su disertación: “agarro las herramientas que me ha dado el arte urbano y las plasmo,  siempre trato de meter como un concepto en la pintura que estoy haciendo, trato de darle un significado dependiendo en donde la estoy poniendo”, indica, y dice que esta parte es lo que le ha dado también la escuela.

Flores Calderón manifiesta que otra controversia que suele darse en este tipo de arte es que la gente que pinta en las calles, al momento de llevar esa pintura a una institución, siente que pierde la característica de ser arte urbano, sin embargo no deja de perder esa característica, asegura, y añade: “porque entras a otros públicos que están más acostumbrados a un arte más académico, y vas llegado también a ese público, es un público que también te puede ofrecer las puertas abiertas para un montón de cosas Yo creo que no está peleado, yo lo seguiré llamando arte urbano”.

Aunque Julio César Flores tiene muchos amigos que han hecho graffiti ilegal, el artista reitera que él nunca lo ha hecho. No obstante indica que le suelen decir que lo ilegal es como la adrenalina de estar pintando.

Con respecto al endurecimiento en las sanciones para los grafiteros, el artista manifestó que le parecen excesivas y brutales, aunque reconoció que existen edificios patrimoniales que deben de cuidarse; “desconozco quién lo haga, al final de cuentas creo que es excesiva esta cuestión del graffiti donde los chavos empiezan a rayar de donde vienen, toda esta parte, es estarse pronunciando”, dijo, y lo comparó con las imágenes publicitarias que bombardean constantemente a la sociedad, las cuales dijo, no son penalizadas.

El artista explicó que a veces cuando está trabajando en un muro en la calle y está haciéndolo con un rodillo, la gente pasa y lo ve de buena manera, sin embargo cuando él tiene que recurrir a otro tipo de material como un aerosol, la gente se detiene, lo mira y lo juzga, “hasta que venga el resultado deja de ser criminalizante”.