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MORELIA, Mich., 05 de noviembre de 2016.- Dentro del programa de Formación Académica de RedLab, se presentó el gestor cultural Benjamín González para ofrecer una ponencia sobre Proyectos Culturales Comunitarios en el Museo de Arte Colonial de Morelia. Identificó cuatro maneras de hacer cultura en nuestro país.
Benjamín González indicó que hizo una radiografía de la situación de la cultura en el país donde detectó cuatro maneras en la que se genera la cultura y su acceso a ella.
El gestor cultural señaló que ahora las instituciones públicas culturales del país emanadas de los gobiernos tienden a la ‘chespiritización’. Con ese término acuñado por el gestor, éste se refirió al hecho de ver a la cultura como un bien de consumo o como una mercancía.
Explicó que una de las maneras de hacerse de cultura es a través de las instituciones públicas, sin embargo éstas han ligado a la cultura con el desarrollo económico. Dijo que se le ha quitado la responsabilidad a gobiernos de proveer el derecho de acceso a la cultura.
En esa forma de hacer cultura desde las instituciones está la creación de grandes festivales, donde el tema central no es lo que se va a promover sino el hecho de que las plazas estén llenas, se ha convertido en una cuestión política, indicó Benjamín González; “la cultura se ha vuelto un suceso, una especie de ‘boom’, es una cultura de espectáculos y desde este punto de vista el desarrollo es visto como un enriquecimiento”, complementó.
La segunda manera de generar cultura en este país es a través de la iniciativa privada, explicó el gestor, y expuso que este sector ha utilizado su poder económico para legitimar y esto es a través de la cultura.
Dijo que las grandes empresas son promotoras de la cultura; “ellas tienen sus propios proyectos que les ayudan a legitimar su posición, si uno llega y presenta un proyecto, no lo van a aceptar porque no les interesa, no está bajo su lógica”.
La tercera manera es a través de los gestores y artistas la comunidad cultural, pero esta comunidad, a decir del gestor, ha sido reactiva. Como un único ejemplo actual puede decirse el caso del pintor oaxaqueño Francisco Toledo, que se ha opuesto férreamente a todo tipo de iniciativas que pretendan la desaparición de la cultura.
Explicó también que entre los gestores y artistas se ha generado un corporativismo, y eso los hace endebles, porque muchas veces basan su existencia en su relación con el poder.
La cuarta y última manera de hacer cultura es a través de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que tienden a mantener independencia del poder, sobre todo las de gran magnitud; “manejar una imagen apartada del poder que les permite tener un gran margen de independencia y movilidad.
Se inclino por esta última forma de hacer cultura, porque de esta manera se le puede tener como una herramienta de empoderamiento social, como un derecho humano inalienable.
El gestor explico algunos proyectos que se han hecho a partir de organizarse. Uno de ellos, el proyecto dedicado al fomento a la lectura ‘La invasión de los niños comelibros’ tardó siete años en fortalecerse y pasó por una serie de cambios que supo enfrentar para convertirse en una industria cultural. Otro de ellos fue una escuela de artes y oficios en Iztapalapa, llamada ‘El Faro de Oriente’ que fortaleció la presencia cultural en esa zona de la Ciudad de México.