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MORELIA, Mich., 12 de febrero de 2019.- La artista visual Carmen Jacobo mantiene un taller de artes plásticas con 31 jóvenes de la telesecundaria de Umécuaro, Pero esto es sólo la primera parte de lo que planea; “quiero que los chicos sepan que hay más cosas”, dice en entrevista para Quadratín.
Platica que pretende que a través del aprendizaje del arte, de ciertos oficios, se genere economía para el pueblo, “por eso los estamos preparando en La Coyotera Taller-Estudio, en dibujo, pintura, gráfica, cerámica…despacio con calma y en unos dos o tres años estarán listos”, dice.
Dice querer llevarlo todo a un nivel más artístico, “sobre todo quiero que los chicos sepan que hay más cosas, porque dentro de las clases no es solo dibujar, sino aprenden otras cosas relacionadas, nuevas palabras relacionadas, pequeñas historias, anécdotas pintores; les pido opinión acerca de todo y hacemos charlitas de cosas, detalles cotidianos, pero trato de insertarlos dentro del aprendizaje, relacionar todo, música, paisaje y entorno”, asevera.
Manifiesta que algo muy positivo es que cuenta con el apoyo total de los tres profesores que dan clase en la telesecundaria, han sido accesibles y han permitido que los jóvenes se introduzcan en este mundo el arte.
La artista cuenta a este medio que hace dos años llegó a la escuela a pedir permiso para ir a enseñar arte a los niños y adolescentes, y en ese entonces el director de la telesecundaria, Álvaro González López, le dijo que no porque no tenía con qué pagar ese servicio, “a lo cual les contesto que no cobraré, que solo me donen algunas horas cada semana”.
“tengo una niña que escribe cuentos, muchos cuentos, y necesita una orientada en composición literaria”, señala la artista visual respecto a una adolescente a quien le ha visto un talento especial.
Entre los planes a futuro, la artista visual confiesa que está el crear una casa de artes pequeña, porque la comunidad es pequeña; crear economía para la comunidad, en base a la cerámica con cierto nivel artístico; crear una biblioteca; crear hortalizas en cada casa (que acepte), para aminorar el gasto familiar; crear un taller de grafica para que los chicos tengan qué hacer por las tardes o fines de semana y no verlos bebiendo en las calles”, asegura la artista visual y también activista.