La octava ocasión en la que no se entrega el Premio Nobel de Literatura

MORELIA, Mich., 4 de octubre de 2018.- La suspensión de la entrega del Premio Nobel de Literatura se reedita por octava ocasión en la Historia; en 1943 por ausencia de los nominados en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en 2018 por un escándalo de abuso sexual de parte de Jean-Claude Arnault, esposo de una de las integrantes de la Academia Sueca, y empoderado de facto en la institución que entrega esta condecoración cada año.

En una investigación de María Márquez, en el ElEcoDiario.Es, relata que el premio que debía haberse entregado este jueves fue suspendido, como consecuencia del cisma que ocasionó el escándalo de abuso sexual de Arnault, acusado por 18 mujeres y actualmente sentenciado a dos años de cárcel por uno de los casos.

En la Academia Sueca, integrada por 18 miembros, entre ellos Katarina Frostenson, esposa del violador, el escándalo ha generado la renuncia de 8 de sus integrantes, entre ellos la académica, además de que pospuso la entrega del Premio Nobel de Literatura para el próximo año, en que entregará dos para reponer la postergación.

Se trata de la octava vez en la historia que no se entrega este premio. La primera vez fue en 1914 a causa de la Primera Guerra Mundial. La segunda, en 1918 por el mismo motivo. Unos años más tarde, en 1935, el Nobel de Literatura no recayó en nadie porque la institución no se decantó por ningún candidato.

Entre el 40 y el 43 tampoco hubo ganador, esta vez como consecuencia directa de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, 75 años después, vuelve a haber un año de vacío, aunque por un motivo muy diferente. No obstante, no se trata de la primera vez que se pospone durante unos meses. Ya había sucedido en otras ocasiones, aunque por la ausencia de un candidato “digno”, expone María Márquez.

Ante la crisis, la autora retrata que la institución solo conserva 10 miembros en activo y sus estatutos exigen la presencia de al menos 12 académicos para poder funcionar. Además, no es capaz de alejarse de la imagen de entidad polvorienta, alejada de la realidad, alojada en sus lujosos aposentos del casco antiguo de Estocolmo.