MORELIA, Mich., 7 de agosto de 2022.- Como parte de Pueblos Originarios, Segundo Encuentro Nacional de Salas de Lectura en Lenguas Nacionales, en su tercer día de actividades virtuales, mujeres escritoras indígenas coincidieron en haber enfrentado discriminación, que en muchos casos sirvió para ver otras formas de expresarse como la escritura.

En la mesa llamada: Mujeres escritoras indígenas, la resistencia hecha palabras, las invitadas expresaron sus experiencias, y manifestaron ser un grupo de mujeres que tuvieron que salir de sus comunidades para formarse, y además enfrentarse al mundo de las letras, habiendo pasado todo un camino difícil con la discriminación que sigue en las venas abiertas del país.

En la conversación, Mikeas Sánchez, poeta, maestra y narradora de origen zoque, reconocida en el mundo de las letras, expresó que, en su experiencia, como mujeres escritoras, existe un catálogo que las separa por hacer escritura indígena, sin embargo, dejó en claro que eso segrega, ya que al final solo son escritoras con contextos distintos. 

Ella comenzó motivada por un premio y no se solía escribir en las lenguas originarias, recordó, no había motivación ni incentivos para escribir en lenguas indígenas, menos un reconocimiento, y eso, aunque parezca absurdo, generó las aspiraciones para participar

En México hay una riqueza cultural, pero es un país racista, aseveró. “Obviamente que no te permite pensar y escribir en tu lengua, se hace porque te sientes orgulloso solamente, por lo menos en aquel tiempo, yo creo que ahora ya cambiado, por supuesto que estas generaciones tienen otros incentivos que están más enfocados a visibilizar sus lenguas”, indicó.

Por su parte, Rubí Tsanda, poeta purépecha, traductora, historiadora, lingüista y comunicadora por la lengua purépecha, expresó que una de las cosas que le motivó, desde pequeña, fue la educación. “Porque yo estuve desde los ocho años en mi formación de educación, tanto de primaria y secundaria, en un internado indígena”.

Contó que ahí creció con muchos niños purépechas, y ella creía que era la única lengua que existía. Desde pequeña conocer sobre su lengua le ayudó con esas ganas de escribir, pero no pensó que se convirtiera en una profesión, lo interrumpió por migrar a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y allá no pudo usar su lengua, lo que le causó problemas, hubo discriminación, y tuvo una parte de duda donde se cuestionó si debía seguir usando su lengua.

Más tarde se incorporó a la mesa Nadia López, poeta mixteca, especialista en filosofía y letras, también conocida como Nadia Ñuu Savi, pedagoga, tallerista y promotora cultural, quien destacó la importancia de mantener los espacios de escritura que muchas mujeres y hombres han ganado para poder seguir cantando la vida desde su propio idioma. 

También expresó que haber vivido en Ciudad de México le resultó doloroso y la enfrentó con su situación, sin embargo, entendió que, si dejaba de escribir y mostrar su idioma, estaba abonando a la propia perdida de éste.

Durante el espacio del conversatorio, las escritoras compartieron poemas y fragmentos de sus obras, en su lengua madre y en español.