Conoce la poesía social Vientos de resurrección de Jesús Sansón Flores
MORELIA, Mich., 20 de octubre de 2016.- Megan es una mujer atrapada en su propia circunstancia; no quiere hijos y todo a su alrededor parece hecho para presionarla sobre el tema de la maternidad. Va a terapia con un psiquiatra; Abdic, con quien podría tener una relación más allá de lo profesional.
Megan es niñera del hijo de Anna, una mujer que trabaja como voluntaria, y que parece contenta con su maternidad. Anna es esposa de Tom.
Rachel es una mujer atormentada. Es la ex pareja de Tom. Enfrenta una situación de alcoholismo, y acosa a su ex pareja; no pudo tener hijos con él, y parece frustrada.
Rachel sufre paranoia y lleva mucha rabia contenida, parece sufrir lapsos psicóticos. Las vidas y circunstancias de estas tres mujeres se van mezclando en un filme que podría tener lugares comunes, nada más lejano.
El director y actor estadounidense Tate Taylor, muestra en su thriller del 2016, The Girl on the Train (La Chica del Tren), un manejo maduro del género, porque su película es una constante espera por no saber qué sigue en los próximos cinco minutos. A veces ni siquiera ofrece, no muestra y menos otorga; es una garantía.
Un ir y venir de secretos profundos y dolorosos, una película con una serie de vuelcos, búsquedas, recovecos, con una atmósfera que genera constante expectativa.
La Chica del Tren cuenta con la participación del actor venezolano Édgar Ramírez, invitado especial para el Décimo Cuarto Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), que está a horas de comenzar. Tocará a Édgar Ramírez presentar este film en Morelia.