MORELIA, Mich., 28 de mayo de 2017.- El músico, promotor cultural y director del Jazztival en Michoacán, Juan Alzate Núñez, señaló a Quadratín en una entrevista que aunque ha crecido el gusto por la música de jazz en Morelia, aún falta fomentarlo de manera formal a través de las instituciones.
“Pienso que sí ha crecido mucho el interés, más en los últimos años, tanto del público como principalmente de los músicos”, señaló Alzate Núñez, “sin embargo el nivel y el interés de los músicos no está a la par que el de la gente, me refiero a que hay más interés de los músicos, sobre todos los jóvenes, que por el público en general”, refirió el saxofonista.
El músico señaló que esto puede darse a raíz de los eventos que han sucedido en el festival de jazz (Jazztival), lo que ha ido poco a poco generando al interés, como la creación de grupos, de foros, algo que de alguna manera es un movimiento jazzístico en la ciudad, que como todo tiene cosas muy buenas, otras no tan buenas y otras que están en experimentación”, aseguró.
Explicó que afortunadamente ya hay más de dos lugares en Morelia donde se suele tocar música jazz de manera regular, lo cual ya es un avance importante, “además de que algunas instituciones cuentan con jazz en su programación, como el caso de la UNAM”, aseveró.
Formación jazzística desde la academia
Sin embargo, hasta el momento no existe el Morelia ningún lugar que dé clases de jazz de manera formal, indicó Juan Alzate, quien indicó que sólo la Universidad Michoacana, en la Facultad Popular de Bellas Artes (FPBA) se imparte un taller de jazz desde hace ya algunos años, “desafortunadamente no es un taller muy regular”, expuso.
El maestro saxofonista explicó que ya en la FPBA  se formó una Big Bang (orquesta de jazz) que empezó a sonar, mientras que durante el año pasado en el Conservatorio de las Rosas, se formó otra que ya desapareció debido a las circunstancias que imperan en esa institución, “pero de que hay un movimiento, lo hay”, aseguró.
Explicó que lo único que hace falta es formalizarlo, “que no pase nada más de ser un simple experimento, jóvenes intentando tocar jazz, sino que de verdad hubiese un lugar formal que les ayude en su manera de tocarlo”.
Expresó que en el Conservatorio desde hace unos años se aprobó la Licenciatura en Jazz y Música Popular, “pero desgraciadamente no ha caminado ni se ha abierto ni nada, estamos esperando a que existan condiciones para que esto suceda”.
Alzate Núñez manifestó que en cuanto a la formación de niños dentro del jazz, en el Conservatorio existen talleres y uno de ellos está dedicado al saxofón. Aunque reconoció que no está orientado a directamente al jazz, pero sí a la idea de que aprender a tocar el saxofón, “no sé cuántos alumnos hay en este momento en ese campus (Carlos Prieto), pero es el único lugar que yo conozco formal donde hay clases de saxofón para niños”.
En su faceta de profesor, Juan Alzate imparte clases de saxofón en el Conservatorio de las Rosas a jóvenes de 16 a 19 años. El próximo 31 de mayo, a las 18 horas en la Sala Niños Cantores de ese recinto cultural, van a hacer una presentación en público de lo que han aprendido en clases.
Apoyos para el jazz
Juan Alzate manifestó que hay muchos apoyos a la música sobre todo para jóvenes, “pero desgraciadamente todos en el contexto de la música europea; todo lo que esté fuera de la música clásica es echado fuera, si acaso la música tradicional, y eso nada más porque es casi obligado”, argumentó.
Refirió que bajo esa idea se generan bandas sinfónicas juveniles, bandas tradicionales juveniles, pero bandas de rock, bandas de Jazz, bandas de reggae juveniles no existen.
Calificó como una ventaja que el Gobierno federal considere ya al jazz como parte de la música culta, “eso es un avance enormísimo, ahora esperemos que ese reconocimiento, entre comillas, se vea reflejado en la creación de bandas juveniles de jazz y de ensambles que eso sería fenomenal”.
El músico expuso que hay otro problema porque hace falta una infraestructura de maestros para ese tipo de música, “no todo el mundo puede enseñar jazz”, sentenció, y agregó que las instituciones que enseñan jazz son relativamente nuevas, “aún no tenemos una gran generación de músicos que nos permitan contratar a egresados en jazz del INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) para que venga a enseñar, la mayoría de los que salen de estas escuelas están en sus propios proyectos o como se dice coloquialmente entre los músicos: “andan en el hueso”, señaló.
“Como no hay una infraestructura que te permita, al egresar de escuelas, que puedas acceder a dirigir una orquesta o a crear una banda, entonces todo el mundo se dispersa en las áreas naturales de la música. Entonces si hubiese un apoyo, si hubiese la manera de empezar a generar proyectos para jóvenes en jazz, sería maravilloso”, concluyó el músico.