MORELIA, Mich., 21 de febrero de 2020.- El arte como un llamado de atención, como un grito de alarma, es lo que se vive en la Sala Uno del CCC con la muestra ITSÏ: una llamada de alerta, la cual estará expuesta hasta mayo. Aborda la desertificación de lago de Cuitzeo, “ya que es un lago contaminado que se está secando y no podemos permitir que eso pase”, señaló a Quadratín el curador de esta muestra, Eloy Tarsicio.

“Es un tema importantísimo”, expresó el curador, entrevistado en el Centro Cultural Clavijero (CCC); “el lago de Cuitzeo, segundo más grande de la República Mexicana, es un lago contaminado y se está secando; no podemos dejar que eso pase. La humanidad está ahorita en una crisis espantosa porque el medio ambiente está cambiando de una manera impresionante y los seres humanos nos vamos a quedar sin hábitat”, externó.

Los artistas que participan en esta exposición están reflexionando el tema y la problemática a través del arte.

“Quien venga a la exposición va a poder ver obras de artistas que reflexionan la problemática del lago y que pretenden, a través de eso, hacer un llamado de atención, un llamado de alerta para que todos reflexionemos el problema, cambiemos hábitos, cambiemos costumbres y actitudes”.

El curador manifestó que fue invitado por el Consejo Consultivo del Agua para poder hacer una curaduría, y así fueron invitando a su vez a artistas a trabajar en este proyecto; “logramos conjuntar 32 artistas de renombre para que pudieran reflexionar el problema e hicieran una presencia importante en este evento”.

Una curaduría así no es complicada, dijo Eloy Tarsicio; “esto en la medida en que los artistas están dispuestos a reflexionar temas sociales, culturales, problemas que a través del arte se convierten en una manera de sensibilizar y transformar lo que es el entorno”.

Dijo que no hubo ningún problema con los artistas, quienes estuvieron con mucha disposición para participar.

Lo que se quiere es que estas pinturas se lleven a gran formato, y la intención es poderlas hacer de unos 15 o 20 metros y ponerlas en el entorno del agua, y de esta manera que generen una estética y una visión diferente; “que siempre que se pase por ahí la gente se dé cuenta de que o se alivia la situación del agua del lago, o se va a tener un desierto ahí”.

El curador manifestó que este es un proyecto a largo plazo y de largo aliento; la intención es empezar con las maquetas e ir trabajando, conduciéndolas, que se vayan haciendo a partir de este año y que se continúe a lo largo de 10 o 15 años.