PÁTZCUARO, Mich., 27 de agosto de 2021.- “Hay mucha nostalgia”, reconoce Mónica Gray, hija del artista originario de Estados Unidos, Ralph Gray, quien recibe un homenaje en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro, con una exposición de su obra, y esto le resulta muy emotivo a Mónica.

“No se tiene idea de la tristeza, y sobre todo cuando descubrimos uno de los cuadros, bueno, varios cuadros están dedicados a mí”, expresa la también artista, quien cuenta que en particular hay uno que a ella le dejó en claro que su padre estaba ahí, la seguridad de saber eso.

En total se están exponiendo 335 obras en las seis salas que tiene este centro cultural, explica Mónica, pero no todas son de su padre; de lo exhibido, solamente se exponen 130 piezas autoría de Ralph Gray, y pertenecen al acervo de la propia Mónica Gray. Las otras colecciones que hay en las otras salas, dice, son pertenecen a la colección del taller de los Achokes, que también le pertenecen a la artista.

Su papá, que llegó a México en 1949, no solo ha dejado huella en Pátzcuaro, explica, lo hizo desde que llegó a Ciudad de México, empezó a hacer amistades, y uno de sus mejores amigos fue José Luis Cuevas, fue una de las personas que le hizo su primera exposición en un centro que era como cibernético, recuerda, en ese lugar, José Luis organizó la primera exposición que tuvo Ralph Gray en su vida, quizá hizo algunas más, pero de manera colectiva en los Estados Unidos.

Mónica expresa que sabía que su padre tenía una buena relación con José Luis Cuevas, sin embargo no sabía de la cercanía, y se fue dando cuenta a través de cartas y documentos que encontró, los cuales daban cuenta de esa amistad.

“Mi papá estuvo en la Marina, y ya que terminó la guerra fueron pensionados, entonces él decidió venir a México con su pensión, porque era un lugar donde no tenía tanto gasto, pero también, yo creo que era el sueño de toda la vida, venir a México, le gustaba, sabía del lago de Pátzcuaro”, relata.

“Él venía con un papel donde tenía escrito: ‘iran-ga-ri-cuaro’, entonces él venía a Erongarícuaro, alguien le había dicho, entonces se vino en el autobús, con mi madrina Elena Gordon”, expone Mónica, y en ese tiempo se quedó en la Mansión Iturbe, donde le cobraban unos 40 pesos a la semana, con casa y alimentos.

En una comida en casa de Elena Gordon, conoció a quien sería su pareja, el amor de su vida, y la madre de Mónica; “se flecharon, parece que fue como instantáneo”, relata la artista mientras sonríe, y agrega que pocos meses después sus papás ya estaban casados.

La exposición se encuentra abierta en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro, y estará montada hasta el próximo 15 de octubre. Los horarios de visita son de 10 a 15 horas por motivos de pandemia, y se puede visitar de martes a sábado.