Evoluciona el trabajo editorial: se impulsa la perspectiva de género
MORELIA, Mich., 27 de julio de 2016.- Como parte de las actividades de la Semana de Cine Mexicano en tu Ciudad 2016, que se desarrolla en la Casa de la Cultura de Morelia, Quadratín entrevistó a la documentalista Diana Garay, quien presentó su trabajo “Mi amiga Bety”. Explicó la complejidad de presentar documentales en México, acostumbrado al cine de ficción, “el estigma es el que se tiene pero desde los mismos cineastas, no solamente el público”.
“Siento que hay una percepción de que es algo menor comparado con la ficción, afortunadamente desde hace unos 10 u 11 años, entre Ambulante y DOCSDF se ha ido como creando un público, lo cual es super interesante” indicó, y aseguró que la gente ya va a ver documental, “sin embargo creo que no se le da el valor, hacemos (en México) mil veces mejor el documental que la ficción, creo que la ficción nos sigue saliendo medio mal”.
Diana aseguró que cada vez se hace mejor documental en México, que la gente está acudiendo a ver cine documental en todo el mundo, “porque la gente tiene ganas de escuchar de su realidad y creo que la ficción no está haciendo eso, al contrario, nos está alejando un poco de los temas humanos”.
La realidad supera la ficción
Se está volviendo como más accesible hacer trabajos de cine o de video, aseveró la realizadora, “ahora cualquiera puede agarrar una camarita y empezar a contar algo”. PEro surge la duda, ¿qué separa a un documentalista de cualquiera? Al momento de contar una historia, ¿cuál es la diferencia? “yo en realidad soy fotógrafa, me dedico hacer la fotografía de ficción, en documental e incluso en la televisión, un poco de todo y eso hace que tenga un acercamiento a lo que voy a contar de otra manera, uno completamente visual”.
Eso le ha llevado a buscar la parte más visual, pero también la más humana, señaló. “Me separa que siempre buscó el lado humano porque los seres humanos no sólo somos blanco o negro, tenemos muchísimos matices, un sicario o un asesino serial puede ser el más infame, sin embargo llega la noche a su casa y le da un beso a su hijo en la mejilla, a mí esas contradicciones me gustan mucho”. Explicó que también les separa la experiencia, haber acudido a una escuela de cine y hacerle caso a sus instintos.
Diana Garay hizo dos óperas primas del C.C.C., una de ellas se llama “Distancias cortas” y es ficción, “en este momento está en festivales. Es sobre un gordo mórbido que no ha salido de su casa en siete años, y cuando lo hace redescubre la vida a partir de la fotografía”, contó la creativa. Hay un documental en este momento que está en proceso de postproducción, explicó Diana, se llama “Takeda”, es un documental que se hizo entre Oaxaca y Japón, “es sobre un pintor japonés que tiene 81 años y que se vino a vivir a México hace 50 años, Y creó una escuela con pintores mexicanos, tratando de que justamente hablarán de sus raíces y sus propias tradiciones”.
“El año pasado me dieron desarrollo documental en Imcine, relató la artista visual, “y este año metí una carpeta para un documental que yo quiero, a ver si es chicle y pega, también estoy trabajando para Canal Once, estoy en un par de carpetas como fotógrafa, estoy también en el canal de 22 como fotógrafa, traigo un documental nuevo sobre los niños que sobrevivieron al sismo del 85 que ya tienen como 30 años” contó la documentalista, para explicar lo que tiene en puerta.
Señaló tres documentales que le han gustado mucho: “El regreso del muerto”, de Gustavo Gamou, “es un gran documental, no se parece a nada a otros que he visto, es un punto muy particular de hablar de sus personajes, rayando en lo patético pero sin burlarse de ellos, con un humor que nadie tiene”, señaló. “Lejanía” de Pablo Tamez, “es documental más intimista, con historias de la familia pero sin entrar en la cosa ególatra de yo, yo, yo”. También señaló a “Quebranto”, de Roberto Fiesco, “como estas historias que vienen, no entran en lo que yo denomino la “porno miseria” ‘pobrecitos, qué jodidos están’ tampoco es vanagloriarlos sino ponerlos en una justa medida de respeto y una situación horizontal respecto a los personajes”.
En la escena internacional, Diana marcó como favoritos, primero un documental de Marlon Brando, que salió el año pasado, se llama “Listen to me marlon”; “Marlon graba su voz como un diario, la película está contada a partir de sus reflexiones en audio”, destacó. En segundo término dijo ser admiradora del trabajo de Errol Morris, y ejemplificó con el documental “La Delgada Línea Azul”. Finalmente señaló al documental “The Wolfpack”, de la estadounidense Crystal Mosselle.
La experiencia en Morelia
Para Diana Garay, venir a la capital michoacana ha sido una experiencia “muy padre” indicó. “no había dado clases más que una correccional para chicas en el Distrito Federal”, señaló la realizadora.
Explicó que pese a no tener muchas herramientas para trabajar por completo los talleres, “luces y esas cosas, para ser más explícitas las clases, para hacer producción”, vio mucha actitud en quienes tomaron el taller, “les vi muchas ganas ganas de trabajar y hacer cosas”
A ella el venir a Morelia le ha dejado también el poder contribuir a la descentralización de las artes y la cultura, “un poquito” indicó.
La realizadora fue invitada por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), a presentar su documental “Mi amiga Bety” al público de la muestra y a dar un taller de iniciación de la Fotografía del 22 al 24 de julio.