MORELIA, Mich., 24 de abril de 2021.-El primer actor michoacano, Manuel Guízar falleció, este sábado tras algunos días de estar convaleciente. El actor interpretó por muchos años la obra La Vida Inútil de Pito Pérez, del escritor José Rubén Romero.

El histrión michoacano, que tuvo más de 55 años de trayectoria, nació un 3 de diciembre. Estudió arte dramático en el Instituto Michoacano de Arte, y se formó en distintos grupos teatrales de la entidad, lo que le generó mayor experiencia. Fue parte del taller de actuación que dirigió el maestro Virgilio Mariel en Ciudad de México. También obtuvo un diplomado en artes teatrales con los maestros Luis de Tavira, Alejandro Luna, y José Caballero.

Sus inicios ya de manera profesional, se dieron en la obra Frank V por parte de la UNAM, misma que se hizo acreedora al premio Xavier Villaurrutia. También le valió incorporarse al Movimiento de Teatro Popular de México, donde un jurado le otorgó el premio a la mejor coactuación por la obra El Gesticulador, del dramaturgo Rodolfo Usigli.

Manuel Guízar formó parte de la compañía Nacional de Teatro, cuando el maestro José Solé lo invitó a participar. Dentro de esta compañía, estuvo siete años de manera ininterrumpida, donde tuvo la oportunidad de viajar fuera del país para representar obras como El Alcalde de Zalamea, La Muralla China o Las Mujeres Sabias.

En 1982, Manuel Guízar estrenó el monólogo La vida inútil de Pito Pérez, que fue considerada desde ese momento como la mejor obra de año, y que con el tiempo le permitió ganar muchos reconocimientos. Fue en el 2013 cuando llegó a las mil representaciones, lo que significó poco más de 30 años en los escenarios.

Uno de los teatros independientes emblemáticos para la comedia en Morelia, El Corral de la Comedia, fue inaugurado en 1988, precisamente por el maestro michoacano, desde entonces no ha parado de generar funciones, por lo que se ha convertido en un escenario emblemático para la comedia.

A lo largo de su vida, Manuel Guízar participó en festivales como el Cervantino en Guanajuato; el Festival Internacional de la Habana, en Cuba; el Festival Internacional de Alburquerque, Nuevo México, además del Festival Internacional de Bulgaria, siempre poniendo en alto el teatro de México.