Presenta Rita Gironès su obra La bóveda del fin del mundo en Morelia
MORELIA, Mich., 8 de enero de 2024.- Ha habido distintos amagos por parte de personas ajenas a Capula, para quedarse con la casa de Juan Gabriel que existe en esta tenencia, cuyo rescate corrió a cuenta del artista plástico moreliano Juan Torres y actualmente es una escuela de arte.
Entrevistado por Quadratín, el artista reconoció que legalmente la casa no la tiene en comodato, “yo con mis alumnos y a la gente de Capula les he dicho: ‘es un inmueble que pertenece a Capula, yo no sé, y ustedes tienen que defenderlo’, por eso el día que vinieron a quererse meter, pues todo el mundo, la gente, se puso con las uñas así y se tuvieron que ir, no aguantaron la presión”, externó.
La actual situación legal de la casa es que pertenece a Juan Gabriel, explicó Juan Torres, pero no la administra nadie, salvo el propio pintor, “lo que puedo hacer es pagar los prediales, y bueno, legalmente ahorita podemos expropiarla ya, pues ya tenemos 10 años, desde los 5 años ya se puede pelear al fisco”.
Sobre esto, señaló que él no lo haría porque no entiende nada de eso, pero se va a asesorar con una persona que fue jefe de tenencia y que es abogado para poder legalizar eso. Con los alumnos se ha juntado para pagar el predial, dijo e indicó que de poderse expropiar, se podria hacer una fundación o algo “pero como yo no entiendo de esas madres, yo quiero que alguien lo haga”.
Dijo que alguna vez ya intentaron hacer un patronato, pero realmente él no entiende nada, si hay que moverse para hacer trámites y cosas así, no lo sabe, “le correspondería al municipio que tuviera qué ver esas cosas para que quedara como un patrimonio de la comunidad, pero también tengo miedo que al rato me lo conviertan en oficinas”, expresó, algo que sucede ya con el centro cultural que el propio artista abrió en Capula.
Como se recordará, esa casa que pertenece al cantante mexicano originario de Parácuaro, Michoacán, Juan Gabriel, le fue entregada al pintor para beneficiar a la comunidad de Capula a través del arte, según explicó en alguna ocasión entrevistado por este medio. Sin embargo debido a que lo hizo de palabra y al fallecer no se aclaró, han habido ciertos temas legales en torno a la casa.
En su momento, explicó Juan Torres, la casa era utilizada por distintas personas para drogarse, alcoholizarse y otras acciones, representaba un foco delincuencial en la zona y los vecinos no estaban conformes. Sin embargo tras la intervención del pintor y escultor, la casa fue remodelada con propios recursos y ahora funge como una escuela donde el propio artista da clases.