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MORELIA, Mich., 14 de octubre de 2021.- Entre los juegos de niños y el constante peligro de la realidad de un país lacerante se presenta la película Estación catorce, de Diana Cardozo. Este filme que busca mostrar cómo llevan la situación los niños en un país violento, compite en la Sección de Largometraje Mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en su décima novena edición.
En una rueda de prensa, Diana Cardozo expresó que le interesaba ver cómo pasaban los niños en esta realidad que se vive en el país, una realidad compleja que se ha extendido en el tiempo.
El personaje de Luis, interpretado por el niño Gael Vázquez, tiene 7 años, y es un final de la niñez prematuro de alguna manera, explicó la directora, “no es una película que te plantea toda el alma de un país, sino de un chico, de cómo va internalizando lo que es la realidad, esa es la vida que hay, esa realidad se mezcla con los juegos y esa realidad es la que te hace crecer”.
Todo eso el niño lo va a recibir con los juegos, a través de la mirada de los padres, los adultos y todos los vecinos, todo lo que sucede alrededor, esa es la pauta de la película, aseveró la directora; “lo que se pretendía fue traspasar esa vivencia, volver atrás de alguna manera a aquella experiencia de crecer, cómo fue crecer en la experiencia de todos y como fuimos internalizando, transformando la realidad en juegos y volviendo, aprehendiendo, en el sentido de aprehender, de asumir, lo que es la vida, lo que era la realidad, esa es la propuesta”, dijo.
“Está ligada a traspasar esa vivencia y volverla a pasar para el espectador. No es una película conceptual, sino para ser vivida y experimentada”, expuso la directora.
La muerte como parte de la vida es la primera experiencia de enfrentamiento. No es una muerte cercana, indicó, porque quien muere no es parte de la familia, “pero es la imagen cruda de la muerte, es la imagen que deja cicatriz y que marca, y de inmediato si un niño, o los niños de hecho, empiezan a jugar, a resignificar el tema del peligro, lo llevan a los juegos”.
Se va aprendiendo de la muerte como parte de esa experiencia, señaló, hasta que viene un duelo propio al final de la película, y aunque no es con un ser familiar, sí es de alguien con mucha cercanía con el niño; “la muerte no es como la cosa trágica, sino como algo más en la vida que se aprende, que se vive y se asume”.
Por su parte, el productor Martín Boege señaló que no había duda de que iban a hacer esta película, porque se encontró con la directora y lo acordaron. Fueron armando todas las cosas que suceden en la historia. En términos visuales fue un verdadero placer y un reto muy fuerte que los fue llevando de una cosa a otra, desde los conceptos de la película hasta el aterrizaje, que en muchos casos fue forzoso.
“Para nosotros fue descubrir un mundo que se fue plasmado con una lírica visual, que fuimos armando sobre la marcha, donde tuvo que ver mucho el lugar donde se filmó”, explicó el productor.
El actor José Antonio Becerril, quien interpreta a Manuel, papá de Luis, dijo que fue toda una búsqueda para encontrar más que nada la fragilidad del personaje, porque Manuel no sabe ser padre, no es una situación que se haya planteado en su vida, y lo que hace es sintetizar la historia de personajes de Luis y conforme va avanzando la película, él mismo se va encontrando cómo ser padre.
Tuvieron, tanto Gael como José Antonio, encuentros amistosos antes de laborar, por lo menos una semana antes del rodaje, así que los rodajes fueron entre juego y trabajo, aseguró el actor.
Los niños están viviendo esa realidad, expresó la directora, y señaló que Gael es muy cercano al lugar donde se grabó Estación catorce, que es justamente en esta estación, y es un niño que ya había vivenciado de alguna manera esta situación, aunque no tuvo idea de qué exactamente.
Señaló que Gael tiene un potencial actoral enorme, tiene una mirada absolutamente cinematográfica y un desparpajo después de que entra en la lógica de la confianza que le dio cada uno del equipo; tiene ese potencial, dijo y explicó que ellos no querían un niño actor, sino un niño de la zona que haya vivido un poco eso.
“A los 7 años, tiene que ser no actor, sería un error garrafal agarrar un niño de Televisa para un papel así, tienen que ser no actores”, aseguró la directora, quien dijo que estuvieron como tres semanas antes en la Estación catorce, e hicieron un casting en todas las escuelas de la zona.
Después hicieron una prueba ya con cámara y con foto.
Le llamó la atención la mirada de Gael, explicó el productor, lo cual fue importante para elegirlo; “hay que elegir a los personajes por su mirada, incluido los niños”, señaló y expuso que tuvieron poco tiempo con los niños para que se relajaran, porque ya se venía encima la situación, e incluso estuvo a punto de quedar una niña en este personaje.