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MORELIA, Mich., 19 de mayo de 2020.- La experiencia de la primera sinfonietta permitirá mejorar para esta segunda ocasión en la logística, señaló el asesor artístico del Festival de Música de Morelia (FMM), Javier Álvarez, en una rueda de prensa para anunciar la convocatoria, que vence el próximo 7 de julio.
Se espera que para esta ocasión, la sinfonietta esté conformada por 39 jóvenes músicos de México y en general del continente americano. Será una orquesta más robusta, por lo que esperan superar las 800 solicitudes que recibieron el año pasado.
Durante la rueda de prensa virtual, Javier Álvarez dijo que hay una posibilidad de tener una orquesta del festival como originalmente se tuvo en los primeros años del FMM. Se llegó finalmente a la conclusión de que lo mejor era encontrar una plataforma que invitaste a jóvenes y que fuera un espacio de formación para ellos, que pudieran venir de todas partes del mundo, en particular de continente americano y de México.
También se consideró que se llevara a cabo en Morelia, y que no fuese tampoco una iniciativa que involucrarse la contratación de músicos como tales, sino más bien que los músicos vinieran por motu propio y que se entendiera más como una escuela de verano, una propuesta especialmente formativa, explicó el músico.
Dijo que sería con un marco de edad de entre los 18 y los 35 años, jóvenes que con esta edad se encuentran en los inicios de sus carreras musicales, ya sea que estén terminando de estudiar en las diferentes escuelas e institutos de música, o jóvenes que ya han dejado la escuela y que están en la búsqueda de espacios para poder ejercer.
Ya se adquirió una experiencia con la primera ocasión que se hizo, que fue el año pasado, recordó el asesor, “algo que sucedió con mucho éxito y esto involucró la participación de músicos profesionales, que son los que constituyen el cuerpo docente del proyecto y que a su vez contribuyeron como artistas en el festival”.
Por ahora, expuso, buscan lograr un espacio de formación de óptima calidad, donde los jóvenes se sientan atraídos para venir a Morelia a pasar un par de semanas durante el festival, estudiando, trabajando y presentándose con otros compañeros, presentando conciertos y haciendo lo que mejor saben hacer y al mismo tiempo jugar aprendiendo, explicó.
A su vez, Juan Felipe Molano, director artístico de la sinfonietta, aseveró que para este año se espera una gran convocatoria. Dijo que se estaba viviendo un mundo difícil, “pero la música siempre ha sido una herramienta para mover las sociedades hacia delante, es ese más allá de las notas y de las pinceladas en los cuadros, es una visión más allá de lo que vemos”, explicó.
El director artístico explicó que para este año será un festival mejorado, donde se podrá aprender de la pasada edición, para que esta vez sea más profunda y más emocionante, explicó.
Por su parte, Mariol Arias, directora del FMM, manifestó que la convocatoria salió antes en comparación con el año pasado, para que la gente tenga tiempo de prepararse y participar, fue por eso que se lanzó a principios de mayo y se va a cerrar hasta el 7 de julio, para publicar los resultados a mediados de agosto, explicó la directora.
Los tutores que van a estar, además del director artístico colombiano, Juan Felipe Molano, serán: en la sección de cuerdas el cuarteto mexicano José White; en cuanto a la sección de maderas estará, de Estados Unidos, Megan Maiorana y también invitado especial; en la sección de metales, estará Alexander Freund, y en percusiones estará Sergio Quesada.
En una segunda participación, Javier Álvarez dijo que aprendió de la experiencia pasada y este año tienen considerada una organización diferente con respecto a la manera como se va a entregar el programa por primera vez, no solamente en lo logístico.
Este año todas las actividades podrán fluir de una manera más lógica, y se han hecho algunos cambios en logística, explicó el asesor, en la programación y en los ensayos de los conciertos, “de tal forma que los participantes puedan tener más tiempo con sus estudios individuales, que los maestros tengan también más tiempo para trabajar con los estudiantes, y al mismo tiempo que todos puedan tomar sus alimentos de manera más relajada y en un lugar más cercano a sus lugares de ensayo”, explicó.