MORELIA, Mich., 12 de octubre de 2018.- Fue entregado el Premio Bellas Artes de novela José Rubén Romero a la escritora originaria de Toluca Alma Rosa Mancilla, por su novela De las sombras. El premio constó de 200 mil pesos, una parte de éste, 100 mil pesos, otorgada por el INBA, y el otro tanto por el Gobierno de Michoacán, además de la publicación de la obra.

En un evento donde estuvieron autoridades del orden familiar, estatal y municipal, se reconoció el trabajo de la escritora, admiradora de Franz Kafka. Fue Geney Beltrán Felix, coordinador nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el encargado depremiar a la ganadora, ya que acudió en representación de Lidia Camacho Camacho, directora general del INBA.

El funcionario federal manifestó que el Jurado calificador estuvo a cargo de los escritores Alejandro Badillo, Ana Clavel Kalu Tatyisavi, quienes hace un poco más de dos meses decidieron por unanimidad que la ganadora sería Alma Mancilla, “por la depuración y creación de un lenguaje literario que se entrelaza con la investigación histórica a propósito de un personaje del siglo 15”, manifestaron.

La novela De las sombras, fue firmada con el seudónimo El Gran Inquisidor, y trata sobre los últimos momentos del inquisidor Henricus Institoris, supuesto creador del Malleus Maleficarum, “por medio de un narrador oral polifónico, que inquiere al inquisidor en una suerte de propuesta meta literaria y dramática, capaz de conformar una atmósfera oscura que hace eco con la vida del propio personaje” explicó Geney Beltrán, en referencia a lo expresado por el jurado.

Beltrán Felix manifestó que gracias a la investigación histórica realizada para la creación de esta obra, la novela recrea paisajes trágicos y dramáticos cuya narrativa, por momentos poética, disecciona al personaje principal a través de sus recuerdos.

Explicó que en esta novela, la escritora del Estado de México plasma las posibles palabras de quienes fueron sepultados en una de las épocas más oscuras de la historia, “y que de alguna manera nos recuerdan a esas voces que también han sido silenciadas por un pensamiento no menos atroz que aquél inquisitorial”, expuso.

Así pues, De las sombras se vuelve un llamado que estremece, dijo, “un recuerdo entintado por fuego, una sentencia para los inquisidores antiguos y modernos, para que la violencia irracional cese y a través de todas las voces se rompa el silencio y se haga justicia”, concluyó.