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MORELIA, Mich., 11 de diciembre de 2021.- Cerca de la Pila de los Patos en el bosque Cuauhtémoc, justamente en el Paseo Escultórico de las Artes, se coloca un mercado de antigüedades que va creciendo poco a poco. Está por cumplir un año, y se instala solamente los sábados.
La idea con este mercado es que en Morelia suceda como en las grandes ciudades; que presente parte de su pasado, “tratamos de vivir ese pasado para que se viva bien el presente”, explica a Quadratín Luis Felipe Estrada, secretario de la Asociación Amigos del Arte A. C., organización que está detrás de esta iniciativa.
La realización de estos mercados en Morelia ya tiene tiempo, expone el anticuario, sin embargo ahí por la Pila de los Patos solamente ha cumplido un año. En ese tiempo, los visitan familias, “hay niños que se sorprenden al ver cómo funcionaba un teléfono antes, con el marcador de disco giratorio, y es un gusto para ellos conocer esa historia de lo que es, y esa es una de las bases principales para hacer esto, independientemente de que hay que arrimar el pan a la casa”, cuenta el hombre.
El plan principal siempre ha sido hacer un vestido para Morelia, manifiesta Luis Felipe, “que el turismo sepa que en Morelia, al igual que en Puebla, Guanajuato o en todas las grandes ciudades coloniales, tiene un pasaje, tiene un lugar donde se venden antigüedades”, refiere.
Cuenta que en Morelia no ha existido algo así, solamente existen los bazares, “pero va uno y encuentra camas y todo eso. Nosotros queremos, y estamos lográndolo, que se vendan cosas antiguas, cosas que sean de ornato y antigüedades para coleccionistas, que el turismo venga a conocer Morelia por conducto del pasado que nosotros estamos llevando a sus hogares”.
Sobre los costos de los objetos, Luis Felipe Estrada explica que hay distintos precios y de acuerdo también a si la persona es coleccionista o simplemente tiene un gusto por el objeto; “por ejemplo, si esta maquinita que está ahí (explica señalando un juguete antiguo de latón que representa una máquina de tren), su valor real con un coleccionista es de 5 mil pesos, aquí nosotros le bajamos hasta el 50 por ciento, al coleccionista se le vende en un precio, pero a la gente que quiere tener un adorno en su casa… hay cosas de veras que son de dar risa”.
Explica que ellos ya como expertos, ubican a los ‘coyotes’ que se encargan de buscar colecciones especiales para revenderlas, a ellos les dan el precio real, “a la gente que no se dedica a coleccionar, le damos otro precio, es más, le decimos: ‘vale tanto, pero ofrézcame’, eso aquí se va a escuchar con mucha frecuencia, incluso hay sistema de apartado, porque todos y cada uno de los que están ahí tienen su propio negocio y traen tarjetas, las dan al momento de apartar, junto con un recibo, para que después no haya ningún problema”, expresa.