MORELIA, Mich., 20 de abril de 2017.- La combinación de un fascista rencoroso y paranoico que, además es periodista; políticas intolerantes, movimientos ultras que se acercan cada vez más al poder y la celebración de elecciones para renovar los gobiernos, aderezadas de personajes aterradores y atractivos, resulta un imán difícil de escapar, sobre todo cuando se piensa que conforman una realidad factible en el México distópico del 2017.

Así es como en El buscador de cabezas, publicado por Tusquets, el autor Antonio Ortuño se adelanta a la oscuridad de la época actual donde parece más que una posibilidad sobrevivir en el mundo creado en la novela: un país gobernado por grupos fascistas, de ultraderecha, donde la intolerancia desata una cacería de opositores y deriva en un baño de sangre que termina por salpicar a todos.

Y que esta obra, calificada como la Mejor novela publicada en 2006, llega en su versión definitiva 11 años después, y sorprende ver como lo que entonces parecía un producto de la imaginación (como son algunos de los hechos que reportea el periodista Álex Faber, personaje principal), cobran una luz diferente con el paso del tiempo y la realidad que vive no solo México, sino muchos países más.

¿Quién puede creer, en verdad, en lo que hacen y dicen una serie de tipos enfundados en ropas negras, quién puede creer que sean reales, que esos gestos viriles demasiado acentuados no son una pantomima, que sus ideas sobre el comportamiento de los hombres no son parte de una broma o una promoción comercial incomprensible?, escribe el autor que a principios de abril ganó el V Premio Ribera del Duero.

“Les diré quién lo cree. Les diré que al marica que cuelga de una viga por los pies, molido a golpes por cuatro niños, no le queda más remedio que creerlo porque le han pisoteado sus plantas, cultivadas con una delicadeza que los golpeadores jamás presintieron”, dice”. “Lo cree el oficinista que es detenido por pedir su diario habitual al voceador, un diario prohibido por no retratar los desfiles del Movimiento con el necesario cariño”.

Antonio Ortuño (Zapopan, Jalisco, 1976). Narrador y periodista, hijo de inmigrantes españoles. Ha sido traducido a media docena de idiomas. En 2010, la revista británica Granta lo eligió como uno de los mejores narradores jóvenes en lengua española. En 2011, GQ México lo nombró escritor del año. Medios diversos en México, América del Sur y Alemania han seleccionado sus novelas como libros del año. Es columnista en Más por Más y El Informador, y colaborador de Letras Libres, Letras Explícitas y La Tempestad. Otros libros publicados: Recursos humanos (2007), Ánima (2011), La fila india (2013), Méjico (2015), así como de los libros de relatos El jardín japonés (2007), La Señora Rojo (2010) y Agua corriente (Tusquets 2016), además de la novela juvenil El rastro (2016).