MORELIA, Mich., 14 de agosto de 2020.- En una tienda de abarrotes de nombre Gely, ubicada en la colonia Jardines del Rincón, entre los jabones y los licores, hay una estantería que contiene libros; se prestan para la gente de la colonia, y se confía que los regresen, señala Enrique Morales, responsable de esa biblioteca.

Ese proyecto de fomento a la lectura depende de la casa de enlace de Cristóbal Arias, indica. La propuesta salió de su hermano, Orlando, quien le pidió llevar unos libros y colocarlos en la tienda con la intención de prestárselos a la gente.

“Casualmente las personas que se los han llevado, me regresan el libro, pero me traen más después, entonces se hizo ya de una colección gigante y tengo muchos prestados”, expone a Quadratín el hombre, quien asegura que algo que le pueda beneficiar a la gente y donde él pueda ayudar, con todo gusto lo hará.

La operación de esta biblioteca en la tienda inició antes de la pandemia, pero después, al llegar la reclusión por la crisis sanitaria, sirvió para que esta biblioteca creciera un poco más, porque las personas tenían tiempo para leer y se llevaban los libros, aunque reconoce, le falta difusión al proyecto.

Ya ha pasado que la gente no regresa los libros, por ejemplo, dice, de 10 personas que se llevan libros, dos no los regresan; “porque son clientes constantes, entonces yo le presto a una persona, pero a veces dejan de venir a comprar y ya no regresan los materiales, pero hay un señor que se llevó 10 revistas, y regresó 20”, dice.

“No hay plazos con los préstamos”, explica Enrique, porque la gente no está acostumbrada a eso, “me gustaría que la gente me dijera: ‘te los traigo en 15 días’, pero no pasa así, sólo me preguntan ‘¿cuánto tiempo tengo?'”, indica.

El proyecto no tiene un tiempo para que termine, “yo pienso que mientras yo esté aquí en la tienda lo voy a seguir teniendo”, asegura y dice que no llevará ninguna intención política, solo que la gente le tome el gusto a leer; “los libros aquí están para quien guste”, aclara.