MORELIA, Mich., 23 de marzo de 2018.- Bajo el título De sicarios y juglares, reflexiones sobre el narcocorrido en México, Luis Gabino Alzati Ruiz hace un recorrido por la historia, transformación y asimilación hecha por la sociedad mexicana de las manifestaciones de la poderosa y compleja maquinaria del narcotráfico mexicano.

 

La tarde de este viernes, las instalaciones del histórico y emblemático Palacio Clavijero fueron la sede para la presentación del libro de este periodista local, obra que cuestiona el sentido de la existencia de este fenómeno social, considerado violento, y que reta a las normas socialmente aceptadas en la cultura hegemónica mexicana.

 

A partir de los narcocorridos, estudia el surgimiento de la cultura del narco, su evolución de la subcultura, las manifestaciones violentas que las caracterizan, el papel del dinero y cómo ha ido poco a poco transformando a la propia sociedad mexicana, que le ha ido admitiendo como parte de la cotidianidad y es muestra a la vez del imaginario de un colectivo en constante crecimiento, conformado además esencialmente por un grupo mayoritariamente pobre.

 

El autor distingue una marcada diferencia entre un corrido y un narcocorrido, el primero transmite una historia, el segundo una forma de vida basada esencialmente en el dominio del otro a través de la violencia, siendo la máxima muestra del poder la privación de la vida, y de las muertes la más cruel.

 

Destacó el autor durante su presentación la necesidad de evitar la asimilación de este fenómeno, no por ser bueno o malo, tanto como porque se estaría normalizando todo el aparato y estructura de poder que el narco implica, incluida la violencia que transmite, fomenta e idealiza.

 

“El narcocorrido es una fuente de información viva y actualizada, a través de sus letras podemos conocer usos y costumbres, acontecimientos importantes, muertes, conquistas y nombres de quienes conforman este estilo de vida cada vez más arraigado en México.

“La música, como el periodismo, es una forma de comunicación e interacción, es medio y mensaje, es fuerza y emoción. Su impacto en el ánimo es profundo, con la música a todo volumen los sicarios andan empoderados, se refugian en el tono beligerante y violento…”, comentó Alzati Ruiz.

 

A lo largo de sus 70 páginas no solo expone piezas musicales contemporáneas, producto de esta forma de vida, sino todo un mundo de conceptos lingüísticos, causa de estudio de la semiótica  y construcciones, resultado del sincretismo cultural que ha dejado el encuentro entre Estados Unidos y México.