MORELIA, Mich., 26 de marzo del 2011.- Para el músico oriundo de Uruapan Rodolfo “Popo” Sánchez Vega al tocar por primera vez en tierras michoacanas, señaló que su trabajo sigue respondiendo a la defensa de una identidad musical mexicana, pese a que en la capital del país, se quieren oír fusiones de movimientos actuales.El compositor y arreglista, considerado uno de las leyendas vivientes del jazz mexicano, antes de presentarse en el penúltimo concierto del Jazztival Michoacán 2011, en entrevista reconoció a propósito de las tendencias y oferta del género en la principal ciudad del país: “ Yo no estoy peleado con esa idea, pero yo me muero en la raya, soy necio, soy insistente y ahí estoy; es decir, soy honesto y auténtico, no soy el mejor, ni preocupa ser el mejor, pero sí ser diferente”. “A mí me gusta mucho el jazz tradicional pero siempre he estado convencido de que saliendo de México debemos proponer algo de lo que somos nosotros, una fusión, basada en el jazz, pero con ese toque nacional”.El intérprete del saxo alto y bajo, dijo estar plenamente convencido de que para poder extender el ámbito jazzístico a otras latitudes, los músicos deben ofrecer algo interesante a otros países, es llevar el sonido de México, al que por cierto, se refirió en términos de comprender “que muchos músicos jóvenes y no tan jóvenes se sienten influenciados o se quieren parecer a ciertos músicos de otros lugares, pero yo creo y les he dicho que son de otras razas, que son sajones, que no sentimos, ni somos como ellos. Eso he defendido a favor de mi propuesta, pero es difícil que todo mundo comprenda y entienda esto, alguien me decía que el jazz por sí mismo es una fusión de culturas, sin embargo, creo que los mexicanos no vamos a Estados Unidos a tocar lo que ellos ya hacen.En este sentido, el director de grandes orquestas como la Sagitario y Primavera, puntualizó que en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, hay un nivel muy superior en el terreno del jazz, al igual que en el de la música clásica misma que cuando llevan las sinfónicas mexicanas a Europa, no entienden que no es a Beethoven a quien hay que ejecutar sino a Moncayo, a Revueltas y a Ponce, donde sí resulta la experiencia musical: “Yo baso mi teoría en estos ejemplos , Revueltas defendió sus Redes, una música bellísima y vanguardista, y ahí está, permanece y nos identifica al igual que el Huapango de Moncayo, como lo que somos nosotros”.Lo que escuchan conmigo son huapangos con una estructura jazzística, me parece que es lo que podemos ofrecer con mucha dignidad, los músicos mexicanos no vamos a interpretar el tango como los argentinos, ni la bossa nova como los brasileiros: es la sangre, la piel y en eso baso mi defensa, argumentó el artista michoacano. Lamentó que su quehacer musical tenga mayor mercado y aceptación en el extranjero: en Europa, Japón y Asia, porque aunque suene triste, “aquí están muy ocupados en otras cosas muy lejanas, por eso ya no me presento con frecuencia en el D.F.”Popo Sánchez también refirió al periplo emprendido con artistas de la talla de Sara Vaughan, Tony Bennet y Frank Sinatra, entre otros: “todo surge de haber participado en el Primer Festival de Jazz en México, en el que se presentaron músicos como Dave Brubeck, Thelonius Monk, Bill Evans y muchos otros, ante quienes tuve la oportunidad de exponer mi trabajo, posteriormente en los Estados Unidos también pude ofrecer mis arreglos y mi forma de tocar. Dentro del medio musical mucho antes del auge del internet, facebook y todo eso que hay ahora con la tecnología, los comentarios de los músicos se regaban por todas partes, los músicos que nos visitaban me escucharon y fui ganando el prestigio”, recordó el músico.Ya en el concierto, Popo Sánchez, puso a consideración de los 2,600 asistentes a la Casa de la Cultura de Morelia, una propuesta musical con arreglos a piezas mexicanas que han alcanzado reconocimiento a nivel mundial como “Granada” y “Veracruz”, de la autoría de Agustín Lara, “Bésame mucho” y “Noche de ronda”, ésta última entonada tímidamente por el público a petición del jazzista, a las que se sumaron “Muchachas mexicanas” fusión de huapango con estructuras armónicas de jazz , en la que invitó a participar a Juan Alzate, coordinador artístico del Jazztival.Complaciente, luego de haber expresado su agrado ante la realización del Jazztival y la invitación al mismo, Sánchez Vega, quien se declaró purhépecha, obsequió dos piezas más, una de ellas “Josefinita” a ritmo de blues acompañado por Yasu integrado por José Manuel López en el trombón, Carlos y Francisco López en las trompetas, Armando Montiel en la percusión y efectos especiales, en la batería Francisco Godoy, Oscar Terán en el bajo y en el piano Víctor Patrón. En nombre del Gobierno del Estado de Michoacán, Héctor García Chávez, jefe del Departamento de Música de la Secretaría de Cultura hizo entrega a Rodolfo “Popo” Sánchez un reconocimiento por su destacada labor en el ámbito musical en el país.Finalmente, Popo Sánchez -quien agradeció a lo mejor de la noche: “ustedes, el público”- consideró que para tocar jazz se requiere de un dominio del instrumento, del conocimiento de la música, pero más que todo se necesita de imaginación y sensibilidad, eso es lo que implica ser un auténtico jazzista, sentenció el destacado artista que bajo los acordes de Paul Desmond y Charly Parker se dio cuenta de que la música tenía otras dimensiones y de que los músicos se podían expresar más que en una orquesta: “ descubrí ese mundo del jazz, del cual ya nunca me salí y donde seguiré”.