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MORELIA, Mich., 24 de octubre de 2014.- El caos social y los paisajes del África también formaron parte de lo que esta ocasión se proyectó en las salas de cine, ya que el director austriaco, Hubert Sauper, presentó Venimos como amigos (We Come as Friends).
El director reconocido por su filme La pesadilla de Darwin, brindó una charla donde abordó el tema del colonialismo que el toca en su película, además de explicar que el con cine intenta ver situaciones de la vida real, y que al igual que los espectadores él puede llegar a enojarse, desesperarse o sentirse triste.
Por ello Sauper, realiza cine documental, aunque bueno “la única diferencia que yo encuentro entre el cine documental y de ficción es el rodaje, la gente piensa que algo que es de ficción no es real”, argumentó.
Sin embargo lo anterior no puede ser, “existen filtros que determinarán que tipo de cine es”, señaló Hubert, además en el caso de Venimos como amigos “yo reconozco que existen dos tipos de personas en el mundo, las que tienen el poder para contar la historia y las que no”.
Y en el caso particular del filme, el director manifestó, que él en ningún momento intentó contar la vida de esa parte de África, para él dicho continente es un lienzo de escenarios de escenarios, por eso es tan recurrente en sus películas.
El cine Saupert lo que intenta es exprimir los límites y los filtros; y a pesar de que su película Venimos como amigos, se centra en el momento que Sudán se está dividiendo en dos naciones.
El director indicó que el cine y en particular su filme no se hace con el propósito de cambiar al mundo, para él eso es basura “yo no voy a cambiar nada, simplemente es algo que hay esta, es parte de la vida; la historia está contada por aquellos que tuvieron el poder y el dinero para escribirla”, enfatizó.
Además el colonialismo es tan grande y se incorpora a través de muchos símbolos, que sus películas sí se cargan de elementos que lo representan.
Muestra de ello es el avión que aparece en la película que él trajo a este festival, “aunque nos tardamos vecinos y amigos dos años en la construcción del avión, lo cual fue todo una locura era algo que tenía que estar en la película”.
El avión representan al colonialismo, es un medio de transporte que demuestra superioridad fálica, “además viene del cielo, es blanco, es lo opuesto a la civilización y está ligado al pensamiento de los perversos, es una máquina del miedo lo cual arroja bombas”, declaró Saupert.
Sobre el proceso de filmación el director relató que lo pasa dentro del avión lo grabó él mismo, y que sí bien es complicado que te autoricen grabar ciertas cosas o en determinados momentos, las personas deben de saber qué es lo que haces, de tal manera que a él no le gusta usar la cámara oculta.
Así que se acercó al sultán y sí este le decía graba a mis militares o voy a tener una reunión con los ministros, el filmó y esa es parte real de la vida de las personas y es por lo que ahora le interesa hacer documentales.
Aunque “claro posiblemente sí le preguntamos al sultán no le guste lo que vea en pantalla, siempre me cuesta trabajo regresar a un país donde hice una película”, dijo Hubert Saupert.