Presenta Rita Gironès su obra La bóveda del fin del mundo en Morelia
MORELIA., Mich, 19 de mayo de 2015.- La mejor manera de abrirse caminos en México como artista, es irse del país a otros lugares donde sí se page su trabajo, México en ese sentido es un país que peca de manera gravísima de descuidar el cultivo de sus artes, externó el artista mexicano Felipe Ehremberg.
Al cuestionar al artista respecto al desarrollo y productividad que se suscita en la actualidad en el ámbito profesional de las artes en el país, Eheremberg externó que: “en México existe mucha gente con la vocación de ser artistas, pero no hay la retribución, y la retribución viene de los que no tienen la vocación, el asunto es que en su falta de autoestima, el mexicano siempre se cree menos que otros países, ya que para ellos lo que viene del extranjero es más importante, les ponen nombre en inglés a los hijos, a sus negocios, es decir, siempre se avergüenzan del idioma y de ser mexicanos y obviamente se avergüenzan de nuestra historia”.
Agregó que las artes son y deben ser parte de la canasta básica de todo ser humano, por ser estas un alimento para el espirito, caso que no logra ser entendido sobre todo el sector de la clase media que luego asume las riendas del país, quienes consumen la cultura de otros países y desdeñan lo propio.
En cuanto a Michoacán, el artista comentó que es una sociedad dividida entre los mestizos acriollados y los que les da vergüenza ser mexicanos, quienes a su vez, oprimen a los pueblos originales, en este caso a los Purépechas, por pensar que las personas de tez morena son artesanos, mientras que los blancos son artistas. Es ahí donde existe una falla tectónica de educación básica, lo cual combate el autor dando informes, brindado a los artistas maneras y métodos para poder administrarse mejor y si fuera necesario salirse del país e internacionalizarse.
Referente a la cultura de consumir e invertir en el arte en México, Eheremberg dijo que: “existe una enorme diferencia entre comprar e invertir en el arte en México, lo cual tiene que ver con el concepto de mercado del arte, es decir, para realmente invertir en arte tiene uno que pensar en millones de pesos, ahora comprar arte es otra cosa, ya que se adquieren objetos que pueden o no tener una plusvalía con el tiempo, o con el producto de los sueños y ensueños de artistas que están produciendo día con día en relación a lo que va sucediendo, y cuya obra puede acompañarlos de la misma manera que una buena canción a la hora de memorarnos, entonces se compra por placer, se invierte con afán de lucro y existe una gran diferencia”.
México es uno de los grandes semilleros de artistas, ante ello, el pintor manifestó que los padres cuando sus hijos les dicen que quieren ser artistas, se mueren del susto, eso es un problema de la sociedad, no de los artistas, pero los artistas son hijos de una sociedad cuya ignorancia la está atrofiando aún más día con día, y el adulto miembro de la sociedad tiene responsabilidades para con cualquier profesión, necesita cuidar de su salud y le paga al médico, necesita cuidar su alma y le puede pagar a un sacerdote el diezmo o la limosna, pero también le tiene que pagar a los artistas, el mexicano es singularmente adepto en creer que extender la mano como mendigo de atrio, hará que le caiga del cielo como maná gratuito todo lo que necesita.
Una de las principales carencias en las escuelas de arte, es que no se les enseña a los alumnos cómo vivir de su trabajo como profesionales que se acaba de recibir de la universidad, ya sea como licenciados, maestros o doctores en artes, ante esta falta, el multifacético opinó que: “es ahí donde existe un gran problema ya que los que dirigen estas instituciones tampoco saben que el trabajo creativo tiene que ser retribuido, yo he estado impartiendo seminarios durante un cuarto de siglo en todo el país y al mismo tiempo que visito Durango, Puebla o Oaxaca, me dirijo al otro sector de la sociedad, aquel que no hace arte, puede o no ser pudiente, pero no produce arte, siempre habrá los que saben y no sabe y unos viven de los otros, al llegar a estos lugares me junto con la Cámara de Comercio Local, con los Rotarios o los Leones y les hablo de como comprar arte, de cómo ser consumidores consientes ya que sin su apoyo el arte no podría producirse”.
Al preguntarle al artista cómo catalogaría su trabajo, este lo comparo con la medicina, por existir en esta diversas especialidades, y al mismo tiempo también existen los médicos generales que atienden tanto a los adultos mayores de la familia como los bebé, Felipe dijo que: “yo soy un artista plástico general, es decir, me aburriría si solamente tuviera que fotografiar o pintar”.
Actualmente Felipe cuenta con una exhibición que se llama Ehremberg 67 // 15 en Madrid, conformada por 20 obras que tienen que ver con eventos que sacudieron a la sociedad, la cual se acaba el 25 de mayo.
Hace una semana inauguro una exhibición en la Ciudad de México que es 100 por ciento obscena, en el sentido griego de la palabra que quiere decir fuera de escena, es decir, en lo obscurito, titulada Pas de Deux.
En Madrid y Valencia se celebraron recientemente dos encuentros grandes, donde casi 40 artistas españoles interpretaron sus partituras visuales, lo cual presentó hace cuatro años en el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce durante el Festival de Partituras Visuales Eheremberguiana.
Finalmente, el 18 de julio inaugurará en la Ciudad de México una exhibición que se va a llamar De tanto árbol no vemos el bosque, la cual es 100 por ciento política y se refiere a la violencia en México.