Educan con festival sobre importancia de murciélagos para el ecosistema
MORELIA, Mich., 12 de enero de 2016.- Hoy su casa taller se mantiene en apariencia sola, en esa esquina que se forma en la bocacalle de Vicente Santa María y la avenida Camelinas, en la capital michoacana. El legado de Alfredo Zalce a veces parece olvidarse, sin embargo él ya trascendió aunque la ciudad lo olvide; Alfredo Zalce es inmortal.
El 12 de enero de 1908, hace 108 años, nació en un pueblo verdaderamente mágico: Pátzcuaro. Dicen que ni el dinero ni el amor se pueden ocultar, y es probable que tampoco el talento. Con pocos años ya experimentaba distintas técnicas artísticas.
Pintor, grabador y escultor, Zalce recorrió los pasajes históricos más importantes del país durante el siglo veinte y su transición al veintiuno, por lo que la mezcla entre lo social y artístico tuvo mucha presencia en su vida.
Las técnicas del artista oriundo de Pátzcuaro fueron muy diversas, dada su proclividad a la experimentación; gráfica, tallado en madera y metal, serigrafía, dibujos de tinta, lápiz, fotografía, acuarela, pastel, relieves en aluminio, batik, orfebrería, cerámica, pintura de caballete en oleos y acrílicos, y mural.
Muralista de corazón, Alfredo Zalce perteneció a esta escuela mexicana que plasmó su sentir histórico y social en distintos edificios de México y el mundo, fue partícipe y fundador de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios
Merecedor de premios, rechazó en dos ocasiones el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el galardón más grande entregado por trayectoria artística en México. Finalmente decidió recibirlo en el 2001, dos años antes de su muerte, acaecida días después de cumplir 95 años, es decir, el 19 de enero de 2003
Su obra es tan vasta que está regada más allá de las fronteras de este país, algunos de sus murales fueron destruidos, otros persisten al paso del tiempo y la indiferencia. En el edificio que alberga la sede del Congreso del Estado de Michoacán, en pleno Centro Histórico de Morelia, hay un bronce de 16 metros donde muestra a los pobres y a Morelos con un documento en mano, enseñando a políticos y funcionarios, cómo trabajar para las mayorías.
También en la capital del estado, un museo lleva su nombre: Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce. Hay una exhibición permanente con sus obras.
En sus últimos años se dedicó a formar artistas plásticos, y muchos de los pintores de esta ciudad pasaron por su estudio y su cátedra. Así que diseminó sus conocimientos y perpetuará su obra.